Tunicia añora su primavera

El escaso cambio político en el país en el décimo aniversario de la revolución árabe

Las contradicciones sobreviven en el país socialmente más moderno de África. Túnez, la Tunicia entre Argelia y el territorio que un tiempo fue el estado de Libia, conmemora el décimo aniversario de la Primavera Árabe entre la represión de las manifestaciones de adolescentes y los cambios de Gobierno: nueve jefes de Gabinete se han sucedido en estos diez años. La última crisis ha tenido lugar a mediados de este reciente enero con el cambio de doce ministros, siendo la tercera modificación de Gobierno en unos doce meses, con cuatro ministros de Sanidad desde el comienzo de la pandemia.

En un país de once millones y medio de habitantes, con casi seis mil muertos a causa de la pandemia, con crisis gubernativa casi permanente y el persistente incumplimiento de las promesas de la llamada Primavera Árabe de hace ahora diez años, los dirigentes de los más importantes partidos siguen manifestando que no saben el porqué de las manifestaciones. En ellas participan jóvenes de entre 15 y 25 años, nivel de edad con más de un 35% de desempleo. Pero las reclamaciones son claras: “el pueblo quiere que caiga el régimen”, gritaban los jóvenes el sábado 30 mientras el Gobierno desplegaba el Ejército por las principales poblaciones del país.

Tras las concentraciones de protesta, con miles de participantes, la policía ha detenido a más de mil personas. Fuentes que analizan políticamente la situación inciden en el recuerdo de la humillación y la impotencia que se conoce como “hogra”, que inició las primeras protestas de 2011 y que hace unos días, el 14 de enero, se rememoró cuando fue apaleado por la policía un pastor que pasó con su rebaño de ovejas delante del edificio del Ayuntamiento de Siliana, al noroeste del país.

Los participantes en las manifestaciones, que se han extendido por todo el Estado, son jóvenes sin afiliación política o sindical, mayoritariamente sin formación, también estudiantes de liceos y grupos de ultras deportivos, que generalmente van en babuchas. Informaciones de la agencia France Press y de medios de locales recogen sus reivindicaciones que van en el sentido del abandono económico, la miseria en los barrios y contra la corrupción. El grito que se oye en las calles es “trabajo, libertad y dignidad”.

El país es socialmente quizá el más adelantado del continente africano. Desde su independencia de Francia en 1956, en Túnez las mujeres gozan de una libertad que aún hoy no existe en otros países árabes. Por la Ley Electoral en Túnez, las mujeres deben ocupar el 50% de las candidaturas de los partidos. Lo que no quiere decir que la condición femenina no sufra legalmente porque no están castigados los llamados crímenes de honor, tampoco la violación dentro del matrimonio es delito y la Constitución no persigue a los hombres que se casen con la mujer que han secuestrado ni el tráfico de mujeres para la explotación sexual.

Habib Bourguiba, primer presidente de Túnez, abolió la poligamia, estableció el derecho de las mujeres a divorciarse y a la educación. Al asumir el poder empujó a los padres a enviar a sus hijas al colegio, y llegó a calificar el velo islámico como “ese trapo sucio”. Pero en los 65 años transcurridos desde la independencia las cosas han cambiado poco o han ido a peor. La democracia ha retrocedido, los gobernantes se han fortalecido con un poder casi omnímodo y la corrupción ha alcanzado altas cotas. Desde los enfrentamientos del pasado 14 de enero son cerca de 1.500 los jóvenes detenidos. En los últimos meses más de 13.000 huyeron por mar hacia Italia, muchos otros lo hacen desde hace tiempo hacia otras zonas de Europa a través de Argelia –parece que varios cientos de tunecinos permanecen bloqueados en Melilla desde hace casi dos años– y el abandono escolar alcanza decenas de miles de estudiantes… Datos así revelan que el único país que vio triunfar la primavera de 2011 no ha avanzado ni en política democrática ni en política social. Un dicho popular señala que “si no hay evolución viene la revolución”. Y Tunicia añora su primavera.

Publicado en LA NUEVA ESPAÑA el sábado 6 de febrero de 2021

https://www.lne.es/opinion/2021/02/06/tunicia-anora-primavera-34145288.html

Rescoldos del Proceso de Burgos

Memoria propia del histórico juicio contra militantes de ETA, medio siglo después

Los abogados defensores en el Proceso de Burgos, durante la rueda de prensa con los periodistas y abogados observadores extranjeros. |

En diciembre de 1970 se celebró el denominado “Proceso de Burgos”, juicio sumarísimo iniciado en esa capital castellana contra dieciséis miembros de la organización terrorista ETA acusados de tres asesinatos durante la dictadura del general Franco. Las movilizaciones populares y la presión internacional lograron que las condenas a muerte impuestas a seis de los encausados no llegaran a ser ejecutadas. El autor de este texto presenció el juicio en directo, como alumno de la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid.

Una gran nevada tapizó de blanco la ciudad aquel inicio de diciembre de 1970. El barrio de Gamonal estaba en sus primeros días del mes cubierto estratégicamente por efectivos militares porque en su cuartel, sede del Gobierno Militar de Burgos, comenzaba el Consejo de Guerra, un juicio sumarísimo, contra dieciséis militantes de la primera Euskadi Ta Askatasuna (ETA) detenidos entonces. La sentencia final sería de nueve condenas a muerte y 519 penas de cárcel. Medio siglo ha pasado, las diversas facciones de ETA cometieron la crueldad de unos tres mil atentados, con unas siete mil víctimas y 864 asesinatos.

El histórico Proceso de Burgos finalizó abruptamente con nueve condenas a muerte, tres de ellas dobles, luego conmutadas. Cuatro estudiantes de la Escuela Oficial de Periodismo (EOP), de Madrid, fuimos delegados para asistir a sus restringidas sesiones. El acceso directo solamente estaba permitido a la prensa acreditada mientras un número escaso de familiares de los encausados podrían asistir al juicio, los pocos que cabrían en la pequeña sala de la vista y que debían guardar larga cola para entrar. Entre estos, en medio de un helado umbral con casi medio metro de nieve, nos insertamos los estudiantes que no disponíamos de acreditación.

La sala del juicio era pequeña, los familiares de los acusados muchos y cada día bastantes de quienes pretendían asistir se quedaban fuera a pesar de las varias horas aguantando las bajas temperaturas que representaba ponerse a la cola en el sendero abierto entre la nieve. Padres y hermanos habrían de soportar el helado ambiente para lograr entrar.

Año de nieves, año de bienes, dice el refrán. 1970 había comenzado en España con un secuestro aéreo realizado por un muchacho de 18 años en Zaragoza; en el mundo había habido dos terremotos con miles de muertos, otros tantos accidentes aéreos, un ciclón en el Pakistán que hoy es Bangladesh en el que fallecieron más de medio millón de personas; ese año murió el mítico guitarrista Jimi Hendrix, se separaron los Beatles… ¡Año de bienes! La situación política en nuestro país era convulsa, con el tardofranquismo dividido entre falangistas y opusdeístas, con fraudes financieros como el de Matesa y un Gobierno observado por las democracias y los analistas internacionales. Una semana antes del comienzo de la vista fueron detenidos una veintena de dirigentes de la clandestina oposición por solidarizarse con los procesados. Entre ellos estaban Enrique Tierno Galván, el “viejo profesor” que se convertiría después en el querido alcalde de Madrid, el sindicalista Nicolás Sartorius o el socialista Pablo Castellano.

En fin, discurría el mes de septiembre de 1970 cuando Franco recibió la visita del presidente norteamericano Richard Nixon y su secretario de Estado, Henry Kissingher. El día 18, mientras el general inauguraba el Campeonato del Mundo de Pelota Vasca en el frontón donostiarra de Anoeta, Joseba Elósegui, un histórico militante del “clandestino” Partido Nacionalista Vasco, se prendió fuego y se lanzó ardiendo contra la presidencia desde la segunda galería gritando “Gora Euskadi askatasuna” (Viva Euskadi libre). Personalmente estaba muy cerca del lugar del atentado, en la redacción del desaparecido diario “La Voz de España”. Para rematar el ambiente previo al juicio, en un país en “Estado de excepción”, dos días antes de su comienzo, el cónsul honorario de la República Federal de Alemania en San Sebastián, el anciano Eugen Beihl, fue secuestrado, amenazando sus captores con que correría la misma suerte que los procesados, aunque estos indicaran que la acción les perjudicaba.

Entre los abogados defensores se encontraban letrados de distinta ideología y trayectoria activa como Gregorio Peces-Barba, que luego sería unos de los padres de la Constitución democrática de 1978; Juan María Bandrés, fundador de Euskadiko Ezkerra, más tarde senador de las Cortes Constituyentes; los futuros diputados José Solé Barberà y Francisco Letamendía; Miguel Castells, luego senador y diputado en el Parlamento Vasco; además del que fuera secretario general del Partido Socialista de Euskadi Txiki Benegas y el exdirigente de ETA Eduardo Moreno Bergareche, “Pertur”, que desapareció en Francia misteriosamente cuando iba a reunirse con miembros de la banda. El presidente del tribunal, el teniente coronel Manuel Ordovás, ya había presidido otros juicios contra ETA con al menos una condena de muerte; el comandante Carlos Granados actuó de fiscal militar. Aunque el juicio representó una causa general contra la banda terrorista, su origen estaba en juzgar a la cúpula de la organización por el asesinato del miembro de la Brigada Político-Social Melitón Manzanas, primer atentado preparado expresamente por sus militantes.

El hecho de que entre los encausados hubiera dos religiosos había enrarecido el ambiente entre el Gobierno y la Iglesia. Julen Calzada, coadjutor en una parroquia de Durango (Vizcaya), y Jon Etxabe, párroco de una ermita de Éibar (Guipúzcoa), fueron condenados a penas de prisión; para Eduardo Uriarte y Jokin Gorostidi la sentencia del tribunal militar fue de dos condenas de muerte y 30 años de prisión a cada uno; Xavier Izko de la Iglesia también recibió dos condenas de muerte y 27 años de prisión; Mario Onaindia fue condenado a muerte y 51 años de cárcel, Xavier Larena igualmente a muerte y 30 años y Unai Dorronsoro fue el último sentenciado a la pena capital. Los demás, hasta nueve, a diversos –entre 70 y 12– años de prisión. Hubo una absolución, la de Arantxa Arruti.

El violento final del sumarísimo proceso fue reflejado en los periódicos con la correspondiente estricta censura y una versión –el ¿fingido? alzamiento con una espada de unos de los reos– que justificaba las nueve condenas a muerte. Días después y en una gran asamblea con participación de toda la EOP, los cuatro estudiantes de Periodismo que asistimos como delegados al juicio celebramos una sesión informativa. La prensa ya había publicado el desarrollo del juicio y una ligera especulación sobre posibles indultos y en la asamblea se participó sin censura, explicando los argumentos de los abogados defensores y los del fiscal militar, al tiempo que se desmentía la sublevación de los reos en la sala de justicia del cuartel burgalés, invocada para justificar su interrupción final.

Las reacciones a la celebración del juicio y a las sentencias, tanto en territorio español como en el mundo –los principales países de Europa occidental, varios suramericanos y el Vaticano– obligaron al Gobierno, reunido en Consejo de Ministros, a proponer a Franco la conmutación de las penas de muerte por condenas de prisión el 30 de diciembre. Desde varios obispos, con el apoyo del Pontífice, representantes de la derecha europea, organismos internacionales, hasta intelectuales de izquierda como Juan-Paul Sartre se manifestaron contra el proceso.

Un año después, en el curso de una manifestación estudiantil, al ser retenido y trasladado a la Dirección General de Seguridad, miembros de la Brigada Político Social me acusaban de pertenecer a ETA. Varias semanas después me incorporaba al servicio militar en un acuartelamiento de Melilla. Un magnífico destino me fue revocado tras la llegada a la unidad de un despacho del SIM (Servicio de Información Militar) que recordaba mi presencia en la asamblea de la Escuela de Periodismo. Desde entonces hasta la licencia final cumplí más de cien servicios de guardia; casi confinado más de doce meses en un cuartel, fui vigilado hasta cuando acudía a las letrinas y terminé una “mili” peor que la que ha contado varios años después el escritor Antonio Muñoz Molina en “Ardor guerrero”.

Publicado el domingo 29 de noviembre en el suplemento Siglo XXI de LA NUEVA ESPAÑA
https://www.lne.es/mas-domingo/2020/11/29/rescoldos-proceso-burgos-25706239.html

Protestas y no ideas

La falta de iniciativas por parte de los partidos de la oposición, principalmente de la derecha, que combaten al Gobierno y no la peligrosa pandemia del COVID-19

Los intelectuales solían ser quienes nos anunciaban el próximo futuro. Los que proponían ideas para afrontar la realidad del presente hacia la realidad venidera. Hoy no veo estas propuestas en el campo político, o no nos las presentan los medios de comunicación, centrados principalmente en la pandemia que nos confina, o no las hay. También creo que son ciertos líderes los que carecen de esta condición. Echo de menos la imaginación, noto la falta de ideas, de propuestas de futuro. ¿Quién propone ahora un nuevo “pacto de la Moncloa”? Los líderes de la oposición, no.

Oposición es un término que figura en el diccionario de la Real Academia Española con ocho acepciones. Pienso que solamente la octava nos llevaría a una definición de lo que debería realizar el político que no gobierna: “Relación distintiva que existe entre dos unidades del mismo nivel pertenecientes al mismo sistema lingüístico”. O sea, oposición no es oponerse por sistema, es presentar propuestas alternativas, mejoras y sistemas que convengan al contribuyente, proclamar ideas en beneficio del gobernado.

Leo argumentos e ideas en medios de comunicación, escucho pensamientos expuestos en esos medios y veo programas que buscan soluciones y planteamientos de futuro. Sin embargo los políticos solamente critican medidas tomadas por el Gobierno que luego van mitigando poco a poco. Pero no aportan ideas. Solamente critican. Se llenan de personalismo, de ego. “Yo y mi partido?” se ha dicho y repetido desde los bancos del Congreso. Nadie ha pedido, por ejemplo, el reciclaje a un ejército desarmado, que deje de comprar aviones, que deje de construir carros de combate, fusiles, bombas; que transforme su producción de guerra en producción de servicios sanitarios; que gaste su presupuesto en material de paz, que transforme la Legión (donde cumplí el servicio militar) en más cuerpos de la UME, la Unidad Militar de Emergencia. ¿Quién nos va a invadir? ¿A quién vamos a atacar? Si hay que contribuir a la ONU, a la OTAN, a la UE hagámoslo para la paz no para la guerra, para disuadir a un hipotético enemigo. Nuestra última guerra, lamentablemente, fue para luchar unos contra otros dentro de nuestro país.

Dediquemos nuestra precariedad, nuestros recursos, a los servicios estratégicos, al bienestar solidario. ¿Por qué varios países europeos mantienen infraestructuras estratégicas con participación estatal? Pienso que Europa va hacia la desestatalización pero no a la privatización total y en España se ha dejado la energía, la industria, las comunicaciones en manos de empresas privadas, no hay coordinación entre comunidades autónomas, ni intercomunicación entre consejerías que hagan comunes las luchas contra epidemias, burocracias, etc. Espero que la solidaridad que surja de esta pandemia evite la formación de taifas aisladoras, separadoras.

La industria armamentística quizá sea más rentable que la de fabricación de utensilios sanitarios aunque dudo que lo sea en relación a la farmacéutica o la infográfica. Pero necesitamos aparatos sanitarios no tanques. Si Donald Trump ha pedido a la General Motors que fabrique respiradores, la SEAT hace lo propio, por qué no transformamos la fabricación de esos tanques en habitaciones UCI. Necesitamos soberanía productiva y enfocar esa producción a sectores estratégicos (transportes de mercancías eficaces y rápidos, producción de energía limpia por parte del Estado, implantación inalámbrica de comunicaciones? con participación de la empresa privada). Acercarnos a la autosuficiencia. El virus nos ha mostrado su lejanía. Al Gobierno le ha caído un “marrón”, pero la oposición solo hace propuesta “amarillas”. Hay que aprovechar, con incentivos o destinos estratégicos, al personal ya formado (médicos, enfermeros, celadores, camilleros, farmacéuticos, fisioterapeutas? -as y os, para no cansar-), científicos, empleados de supermercados, limpiadores, transportistas? informadores, componentes de servicios de urgencias. Todas/os derrotarán al virus. Sin un disparo, sin un carro de combate, sin un avión, sin un misil, sin una bomba.

Publicado el Viernes Santo día 10 de abril de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA, Faro de Vigo

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/04/10/protestas-ideas/2623179.html

La táctica del bloqueo, las prisas y el miedo (recopilado 2020)

Usada por la oposición al Gobierno de Pedro Sánchez (Recopilación febrero 2020)

Las tácticas de las prisas, del miedo, de abrir frentes y del bloqueo se imponen. Lo demostró Pablo Casado tras entrevistarse con Pedro Sánchez en La Moncloa. Con ellas se propone implantar su sistema de rechazo al Gobierno tras comprobar que ni había ganado las elecciones ni sumaba para componer un gabinete o una coalición que lo formase. Si el dicho popular dice “vísteme despacio que tengo prisa” y “las prisas son malas consejeras”, el estado mayor opositor mantiene los dichos de “la prisa no le deja pensar” al Gobierno y “al mal paso darle prisa”, como frente tripartito referencial.

Consideran los dirigentes de la derecha que si las prisas son poco recomendables, metiendo prisa y con altavoces, los problemas que suelen rodear a la gobernabilidad se alargan, interrumpen una manera rápida y expedita de resolverlos para que se conviertan en más difíciles. Esta es una de las características que últimamente abundan en los cauces informativos, la urgencia por la primicia, un modelo aún escasamente analizado y que habitualmente llama la atención. Es la táctica empleada por la oposición para la lid política.

Una técnica que alguna formación ha encontrado de gran utilidad para dar sus campanadas, su motivo para figurar en los medios informativos. Ya no nos referimos a los virtuales cien días de cortesía -los de Franklin D. Roosevelt o los de Napoleón- para analizar la gestión del gobernante, su eficacia y el cumplimiento de sus promesas en la campaña electoral. Esa es una ley no escrita que raramente se respeta. La cuestión es que se combaten acciones simplemente apuntadas, aunque sean viables, legales, posibles. Cualquier acción es rápidamente criticada antes de ser emprendida, nada más ser anunciada. Y se amenaza con acudir a los tribunales y especialmente al Constitucional. Una cortina de humo espectacular, más amenazante que eficaz. Sobre todo si tenemos en cuenta que en cajones constitucionales descansan algunos recursos, como uno sobre el aborto, con más de diez años sin una sentencia o resolución.

“Quien controla los medios, controla los miedos”, recordaba hace unas fechas Andrés Rábago, El Roto, en una de sus viñetas, un verdadero editorial gráfico. Así parecen actuar algunos partidos. Una táctica que en algunos extremos alcanza a las populares “fake news”, los bulos en término castellano. O se recurre a palabras pegadizas o fáciles de recordar, como pin o virus, que, seguidos de un calificativo negativo, tienden a infundir temor en el público.

“El miedo se contagia más”, titulaba recientemente Javier Cuervo una de sus columnas. El periodista, maestro del humor y la perplejidad, comentaba la extensión, a raíz de la del coronavirus -o Covid-19, según nominación de la Organización Mundial de la Salud, OMS-, del miedo con mayor rapidez que la epidemia que se contagia por vía respiratoria. “El miedo se contagia por vía lectora, auditiva, audiovisual, y no tiene distancia de seguridad. Muchas veces, cuando más lejos está el peligro más miedo da”, confirmaba Cuervo. La política española parece buscar más el miedo que la eficacia. La eficacia crea confianza y seguridad, el miedo crea confusión, asusta.

Las prisas tapan, ocultan la posible eficacia, el camino hacia ella. Por eso recurren a las prisas, para que no se vea que hacen algo. Y nuestra clase política parece que funciona “de oídas”, falta de argumentos. Contemplé hace poco una escena curiosísima: Una pareja encargó en una pastelería del barrio de Prosperidad, en Madrid, una tarta de la Selva Negra. Cuando el pastelero se la presentó antes de empaquetarla quienes la habían encargado pusieron algunas pegas: que el chocolate debía ser con leche, que la fruta iría entre las capas… El pastelero les replicó que llevaba preparando esa tarta desde hacía muchos años y conocía muy bien su composición. La pareja seguía porfiando sobre la tarta y su elaboración hasta que el veterano confitero, ya enfadado, replicó: “La tarta conocida como pastel de la Selva Negra lleva chocolate negro, nata, cerezas y licor de cerezas. El cocinero de Napoleón, tras la batalla de? le preparó al emperador un postre de chocolate, nata, frambuesas y licor de cerezas. Mi abuelo la hacía ya hace 80 años?”. No es bueno hablar de oídas. Los argumentos destruyen el miedo.

Publicado el martes 25 de febrero de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA y varios periódicos de la EPI

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/02/25/tactica-bloqueo-prisas-miedo/2603682.html

La vergüenza de la Variante (recopilado 2020)

El retraso político en la construcción de una infraestructura clave para las comunicaciones asturianas interiores y con todo el país (Recopilación enero 2020)
Empiezan a aparecer dudas sobre la existencia de la Variante. Similares a las del viaje a la Luna. ¿Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins alunizaron o nos han contado un cuento? ¿Es un vídeo lo que mostraron las televisiones de todo el mundo el día/noche del 20/21 de julio de 1969? ¿Es un cuento lo de la Variante?. Parece que no varía nada la situación gobiernen unos o gobiernen otros. Todo un trauma.

Cada día el tema de la Variante es un argumento de distracción, una ficción para entretenernos mientras mantenemos la ilusión de poder viajar, salir o entrar en Asturias, como la gran mayoría de los españoles, especialmente del este y del sur, que lo hacen en tren, el transporte del futuro, sin peajes, habitualmente sin nieves, en definitiva, sin costosas dificultades.

El trauma no solamente lo sufren los empresarios. Lo padecemos todos. Principalmente son ellos muy perjudicados pero somos todos los asturianos los frustrados. En una región en la que las empresas van cerrando, el aislamiento es una clave negativa para la instalación de nuevas factorías, para la llegada de industria, la renovación de la ya instalada, por tanto para la creación de empleo, para la visita del turismo que pretende ser el nuevo motor de la economía -y la ¿supervivencia?- astur.

Además, la negativa a la llegada de la alta velocidad al Principado aumenta el deterioro del desarrollo regional, con la mejor infraestructura ferroviaria en destrucción, cada día peor atendida; con una red de carreteras difíciles de mantener por la complicada orografía y situación climática, el peaje más caro y sin visos de rescate público; sin la añorada autopista del mar, que lleva el mismo camino que la Variante; con un aeropuerto vacilante que cada temporada es imprevisible en enlaces, vuelos, compañías, acceso y precios… En fin, todo un compendio de adversidades que cuando un asturiano -empresario, ejecutivo, trabajador, emigrante…- menciona la situación del Paraíso Natural la gente se echa a reír.

La Variante es una ficción para entretenernos mientras mantenemos la ilusión de viajar en tren. Parece que La Robla está más lejos que la Luna

Y si es difícil salir, también es difícil entrar. Ya sea para negociar, para trabajar, para visitar. La vergüenza de la Variante nos recuerda otra aún reciente, la de la Autovía del Cantábrico, cuyo paso por Asturias “necesitó” casi tres décadas para completarse, para construirse. Ahora, cuando las primeras andanzas del AVE se acercan a esas cifras, cuando hace más de tres lustros que se inició su licitación, con presencia gubernamental, la Variante de Pajares sigue sin entrar en funcionamiento. Y hay que tener en cuenta que la vía del AVE solamente se asoma al Principado. No llega ni parece que llegará al núcleo principal de población en muchos años.

Suponiendo que se cumplan las previsiones dadas a conocer estos días de finales de enero de 2020, los menos de cincuenta kilómetros de este tramo de Alta Velocidad que penetran en Asturias entrarían en funcionamiento veinte años después del solemne acto de colocación de la primera piedra, de su inicio oficial. En los datos económicos de su construcción es mejor no entrar ya que si los gobernantes han sido incapaces de señalar una fecha de terminación más difícil será que las cifras gastadas sean las verdaderas. ¿Cuántos “modificados” -según el lenguaje técnico- ha sufrido el presupuesto?

Así pues, continuaremos nuestro vía crucis por vía ibérica, a paso procesional por las centenarias rampas payariegas, si la nieve invernal nos lo permite, si no se producen desprendimientos o interrupciones eléctricas, con escasas o nulas posibilidades de conexión radioeléctrica. Vamos que tardaba menos Phileas Fogg, el personaje de la novela publicada por entregas por Julio Verne (1783), en dar la vuelta al mundo que nosotros en recorrer medio centenar de kilómetros para “salir a Castilla”. Ciento cincuenta años no son nada para el Adif. ¿Abrirá el famoso túnel en 2023? Parece que está más lejos La Robla que la Luna.

Publicado el jueves 30 de enero en LA NUEVA ESPAÑA
https://afondo.lne.es/opinion/la-verguenza-de-la-variante.html

Los nubarrones de la apariencia (recopilado 2020)

La asombrosa declaración del órgano rector de los jueces sobre el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal General del Estado (Recopilación enero 2020)

Apariencia de vinculación” con el Gobierno que “impide garantizar la imagen de autonomía e imparcialidad” de la Fiscalía. Así reza una frase del comunicado hecho por el Consejo General del Poder Judicial tras su reunión para emitir su opinión sobre la decisión del Gobierno de nombrar a Dolores Delgado como fiscal general del Estado. La frase forma parte del argumento de los discrepantes con el nombramiento de la exministra de Justicia para dicho puesto. ¿Lenguaje correcto y preciso para tan importante órgano? Sobre todo, saliendo de reconocidos juristas como han de ser los miembros del rectorado de los jueces.

Al revisar el significado de apariencia que da la Real Academia Española (RAE) nos encontramos con que las tres primeras acepciones del término son: “Aspecto o parecer exterior de alguien o algo”, “verosimilitud, probabilidad” y “cosa que parece y no es”. Es decir, apariencia no certifica certeza, no afirma rotundidad, no define situación real. Solamente suposición, posibilidad y señala “la explicación de un hecho observable sin certidumbre de la verdad”, añade la RAE.

 Agarrados a esa débil argumentación los partidos opositores al nombramiento de la fiscal han elevado su antagonismo a tal categoría que alguno ha anunciado que en su recurso llegará hasta las estancias europeas. Y en su reacción a la elección del nuevo Gabinete surgido tras las últimas elecciones generales han señalado su controversia con cualquier acción o propuesta del Consejo de Ministros/as presidido por Pedro Sánchez. Es decir, la crispación de tiempos pasados, decida lo que decida el equipo gobernante.

Volvemos, pues, no a décadas pasadas sino a siglos ya casi olvidados, a la niebla de épocas como el medievo con sus guerras entre naciones, las más modernas luchas de religión o el tenebroso Romanticismo. Unos versos del jienense Bernardo López García, allá por el año 1870, es decir, hace ahora 150 años, valdrían para recordar esos negros tiempos. Poeta poco conocido en los libros de texto, sus versos sí resonaron en la literatura del siglo XIX, rotundos y sonoros.

“Oigo, patria tu aflicción/ y escucho el triste concierto/ que forman, tocando a muerto…”, iniciaba así el poeta su patriótica oda El dos de Mayo, publicada en El Eco del País. Poema vibrante, lleno de palabras con estruendo, pienso que comparable a la Desesperación de José de Espronceda: “Me gusta ver el cielo/ con negros nubarrones/ y oír los aquilones/ horrísonos bramar,/ me gusta ver la noche/ sin luna y sin estrellas,/ y solo las centellas la tierra iluminar”. Claro que los catastrofistas del actual hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo son peores poetas que los de los tiempos de los llamados Romanticismo y Realismo.

“No basta que se haga Justicia, sino que es necesario que se vea que se hace Justicia”, sostienen en su voto particular estos vocales judiciales como si en los textos y declaraciones jurídicos „perdonen mi escaso vocabulario iudiciális„ no se expresasen correctamente magistrados, jueces, fiscales, abogados. Y respecto al término “idóneo”, como se señala en el informe, pienso que es opinativo y por lo tanto sobrepasa a “ajustado y conforme a las condiciones establecidas por la ley”, que es el objetivo de la consulta no vinculante. El lenguaje, el uso de las palabras, la precisión es verdaderamente importante en estamentos como los órganos legislativos, ejecutivos y judiciales. El catastrofismo de la oposición antes ya de la entrada en funciones del nuevo Ejecutivo creo que le lleva por un camino que no parece el marcado por la mayoría de los españoles. Sería más plausible olvidar el Espronceda de “Me agrada un cementerio/ de muertos bien relleno,…/ que impida el respirar…” ( Desesperación) y recordar al de “¿quién calmará ¡oh España!, tus pesares?,/ ¿quién secará tu llanto?” (Elegía).

Publicado el martes 28 de enero de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA y varios diarios de la EPI

https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2020/01/31/nubarrones-apariencia/1472918.html

https://www.eldia.es/opinion/2020/01/30/nubarrones-apariencia/1045792.html

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2020/01/29/nubarrones-apariencia/1141968.html

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/01/28/nubarrones-apariencia/2590300.html

Adriana, tenacidad y discreción (recopilado 2020)

La riosellana que forjó la investidura de Pedro Sánchez (Recopilación enero 2020)
Adriana Lastra.Su tenacidad y su discreción han logrado que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno. Ya “en efectivo” y no “en funciones”. Y es que Adriana Lastra lo ha luchado, ha sido persistente, tenaz y persuasiva. Una labor agotadora que el presidente le ha de agradecer. Algún día se conocerá su contundencia en los diálogos y negociaciones con los representantes de otros partidos.

Ni la he votado nunca, ni la he visto en persona. Pero oigo a miembros de la agrupación local del Partido Socialista de mi distrito madrileño y sus compañeros futboleros la comparan con los Xavi/Iniesta de la selección nacional, aquellos “pequeños” -como ella- organizadores, distribuidores de juego en cada partido. Distintos negociadores de las formaciones con los que se ha reunido a lo largo de los últimos meses hablan de su tratamiento. La definen como una excelente negociadora, “que no da nunca el partido por perdido”, buscadora del consenso y con gran tenacidad.

La victoria de Pedro Sánchez en la reciente sesión de investidura se la debe principalmente a ella y la pléyade femenina que lo rodea. Nos podemos remontar a su contundente triunfo en las primarias del Partido Socialista Obrero Español de mayo de 2017, donde Sánchez recuperó el liderato del partido del que había dimitido de todos sus cargos tras la trifulca interna de la formación con ocasión de la investidura de Mariano Rajoy meses antes. Su entusiasmo, mostrado a lo largo de la tensa campaña previa a su celebración, lo certifica. Lo acompañaron en su travesía del destierro, fueron su aliento en sus horas bajas, cuando las baronías y la campaña mediática le dieron por acabado, muerto políticamente. Desconozco cuántas se subieron a su coche cuando Sánchez decidió iniciar su “vuelta a España”, “agrupación por agrupación”, pero su fuerza fue el combustible político que le llevó por su recorrido mitinero. Especialmente una treintañera de Ribadesella que, a pesar de haberse abstenido “por imperativo legal” en la investidura de Rajoy, apostó por él desde el primer momento.

Decidida y atrevida en sus planteamientos, afirmó tras aquellas primarias que líderes históricos como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero “se equivocaron” y, al igual que los barones territoriales de Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura o Valencia, deberían “pedir disculpas” a los militantes del partido por dejar de representarles. Feminista “cuando en el PSOE no estaba de moda serlo”, según su predecesora Elena Valenciano, para el número tres del partido, José Luis Ábalos, compañero de “trabajo” desde aquel comité federal del 1 de octubre de 2016 en el que Sánchez dimitió como secretario general, Lastra “no se rinde nunca y tiene una profunda cultura de partido”. Mientras, otros dirigentes socialistas hablan de su capacidad para empatizar con sus interlocutores, a los que “sabe interpretar” enseguida, de su instinto político, de ir siempre de cara. Y algunas fuentes señalan que vicesecretaria general y portavoz del grupo socialista en el Congreso ya era partidaria del gobierno de coalición con Unidas Podemos el pasado verano.

Adriana Lastra, coordinadora de la campaña de Sánchez para aquellas primarias, es una mujer discreta (“Me conocen muy poquito si creen que me van a amedrentar con gritos”, destaca la revista Vanity Fair (VF) cuando la presentaba hace unos días). Hermética sobre su vida privada, es una de las cinco hijas del matrimonio de Rosa María Fernández, regente de una peluquería, con Lorenzo Lastra, taxista -fallecido el pasado verano-. Señala también VF que está casada, pero no se conoce la identidad de su pareja. Y aunque fue, principalmente junto a la varias veces ministra y vicepresidenta Carmen Calvo, el mayor apoyo del secretario general del PSOE tanto en tiempos de momentos bajos como de campañas triunfales, no quiere ser ministra.

Publicado el viernes 10 de enero de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/01/10/adriana-tenacidad-discrecion/2582079.html

Nuestra pobre cooperación humanitaria (recopilado 2020)

Despilfarro en luces navideñas y mezquindad ante quienes necesitan ayuda mientras las ONG trabajan por los refugiados (Recopilación enero 2020)
Nuestra pobre cooperación humanitariaTres millones de euros ha destinado el ayuntamiento de Madrid a las luces navideñas este tramo festivo entre 2019-2020, mientras familias de refugiados duermen en la calle frente a la sede del Samur social. Lo cuenta una misionera en un programa local de la Cadena Ser. Una situación, cuenta la religiosa, que se registra día tras día, denunciado por los medios de comunicación y las redes sociales. Entretanto seguimos pendientes de diálogos y negociaciones entre políticos. Remarco entre políticos porque, es opinión, no parece que discutan sobre políticas a aplicar, programas y decisiones urgentes. Al menos es lo que reflejan las tertulias audiovisuales, que parece que se preocupan -sus analistas y participantes- más de las formas que de los contenidos.

Un titular que llamó un poco la atención días pasados encabezaba una información significativa: “España destina cuatro veces menos presupuesto a crisis humanitarias que Médicos sin Fronteras”. Mientras se despilfarra presupuesto en luces (que luego tienen su contestación humana al menos en Málaga y Madrid), se abandona a quienes necesitan nuestra ayuda, ya sea económica, política o social. “La ayuda oficial al desarrollo cae al 0,18% del PIB en 2018”, descaradamente lejano el dato respecto al 0,7% fijado en 1970 por Naciones Unidas, según el último informe elaborado por la ONG (MSF) y el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), presentado recientemente en Madrid.

En el hemisferio Boreal en el que nos encontramos en Europa estamos pasando un otoño muy crudo, con lluvias torrenciales, inundaciones, vendavales y nevadas muy tempranas pero la sensibilidad de los responsables políticos y sociales soporta estas situaciones sin apenas reaccionar. Solo particulares y ONG se acercan a atender a estos inmigrantes económicos y refugiados que llegan huyendo de la miseria y la persecución. Y esos tres millones en luces no alumbran a esos paupérrimos que reclaman ayuda humanitaria.

En la actual campaña MSF solicita a sus colaboradores y simpatizantes equipos de escasos euros para luchar contra la desnutrición infantil, contra la neumonía, los tratamientos contra el VIH/sida y para construir refugios colectivos en gran parte de nuestro continente europeo. Por contra, desde el comienzo de la crisis del 2007-08 los presupuestos españoles en cooperación internacional no han hecho más que disminuir. Médicos sin Fronteras y Save the Children, por medio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, tras negociar con multinacionales farmacéuticas, consiguen lotes de vacunas a precios más baratos que los oficiales para las entidades nacionales con el fin de intentar erradicar esas enfermedades. Pero sus labores humanitarias se ven atacadas por los numerosos bombardeos y ataques a hospitales, refugios y campos de acogida en Siria y Yemen, conflictos bélicos donde caen miles de bombas de fabricación española. Mientras tanto, en 2018 MSF trató a 133.000 niñas y niños con desnutrición severa y hospitalizó a otros 75.000 menores. En total, según fuentes de su sección española, fueron unas doscientas mil consultas médicas, 380.000 de malaria, cinco mil de cólera, además de 635.000 vacunaciones contra el sarampión y 33.000 contra la meningitis infantiles. Su inversión en tratamientos sanitarios ascendió a 204 millones de euros en 2018. La cooperación española para estas situaciones de crisis ascendió a solamente 50,76 millones en el mismo ejercicio.

Al mismo tiempo, organizaciones como Open Arms y MSF siguen rescatando con sus pequeños barcos, luchando contra prohibiciones políticas, buscando puertos cerrados para miles de náufragos en el mar Mediterráneo, miles de refugiados que huyen de la guerra, el hambre, la explotación y las mafias inhumanas. Ya sea en verano como en fechas tan humanitarias como las de Navidad.

Publicado el sábado 4 de enero de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/01/04/pobre-cooperacion-humanitaria/2579592.html

Una esperanza sobre el clima (recopilado 2019)

La Cumbre de Madrid y la necesidad de impulsar nuevas actuaciones contra la contaminación y el peligroso cambio climático (Recopilación diciembre)
Una esperanza sobre el climaLa Cumbre del Clima (COP25, 25ª Conference of the Parties) que se celebra en Madrid recibía días pasados una buena nueva. Los efectos de Madrid Central, esas medidas para combatir la grave contaminación que sufre la capital -implantadas por el Gobierno municipal que presidía Manuela Carmena y que la actual Corporación dirigida por José Luis Martínez-Almeida trata de “descafeinar”- se empiezan a contabilizar al año de su aprobación. En la zona acotada en un comienzo en la que se restringe la circulación de vehículos que despiden partículas y gases nocivos para la salud la contaminación ha disminuido un 20%, efecto que se va extendiendo a zonas aledañas de la ciudad y que rebaja los efectos perniciosos a toda la población, según fuentes municipales recogidas por Ecologistas en Acción.

Estos datos quizá aminoren la errática trayectoria de esta gran conferencia auspiciada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) que inicialmente iba a ser organizada por Brasil, que renunció a celebrarla tras el triunfo del ultraderechista Jair Bolsonaro. Se hizo cargo entonces de su organización Chile, que llevaba meses preparando toda la parafernalia para su celebración pero que optó por renunciar a la misma a raíz de los disturbios que tienen lugar en el país desde hace unas cuantas semanas. Se ofreció entonces el Gobierno español a oficiarla en Madrid cuando su Ayuntamiento se encontraba en plena discusión sobre las medidas anticontaminantes que regían en el municipio y que enfrentaban no solamente a los gobernantes con la oposición sino también dentro del equipo administrador con la formación que lo sostiene. El mismo alcalde llegó a manifestar públicamente que no cree en el cambio climático.

El hecho de que no se haya formado aún Gobierno tras las últimas elecciones no ha impedido que se preparase con urgencia toda la parafernalia para celebrarla con el apoyo del Ministerio de Transición Ecológica con su titular, Teresa Ribera, en funciones. Ni que hayamos tenido en los meses previos uno de los periodos de mayor sequía de la década, remediado ahora gracias a las persistentes lluvias de los últimos días. Tampoco que las ventas de automóviles grandes y todoterreno, los que más contaminan, van aumentando hasta llegar a un 20% más en este ejercicio.

Mientras tanto, otras buenas nuevas: que el Parlamento Europeo haya declarado la “emergencia climática”, una moción simbólica en la que insta a los políticos continentales a esforzarse en aplicar medidas que frenen el calentamiento global; que a los asistentes a la inauguración de la cumbre se les obsequiara con un menú especial también simbólico contra el cambio climático elaborado por los hermanos Roca, propietarios de unos de los restaurantes más galardonados con estrellas Michelín; que el menú constara de cinco bocados en los que los famosos chefs escenificaron la lucha contra la contaminación del agua, contra las especies invasoras, las plantas invasoras, la hambruna y el desperdicio de alimentos y el exceso de consumo de carnes, con un postre a favor del comercio justo.

Es de esperar que, con motivo de esta conferencia mundial para debatir medidas que reduzcan los aceleradores del deterioro climático del Planeta, el consistorio madrileño restituya la frecuencia de circulación de autobuses -aumentada recientemente al doble de lo habitual en los últimos años, según manifestaron trabajadores de la empresa municipal de transportes de la ciudad- para evitar el consecuente aumento del uso del vehículo privado; que los regidores municipales hagan caso de los llamamientos de ecologistas y científicos para extender las medidas de Madrid Central a muchos más distritos de la población; que la “apropiación” de un título que la ciudad no tiene, realizada por los regidores y contemplada en un bando del alcalde con motivo de la cumbre COP25, se haga efectiva ya que considera -según una pancarta instalada en la emblemática Puerta de Alcalá- “Madrid Green Capital”.

Publicado el sábado 7 de diciembre de 2019 en LA NUEVA ESPAÑA y diarios de la EPI

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2019/12/07/esperanza-clima/2568418.html

 

Los peligros de la desinformación (recopilado 2019)

El autoritarismo y las dictaduras prosperan cuando se deja de creer en el valor del periodismo que contrasta las informaciones (Recopilación noviembre)
Los peligros de la desinformaciónEl periodismo y la información disfrutan hoy de un inminente peligro. Los vetos de partidos como Vox, los insultos a periodistas y ataques en la prensa en los recientes disturbios desarrollados en Cataluña son algunos puntos que han elevado el índice de peligrosidad. Esto, unido a la falta de verificación, de transparencia, de contextualización y de visualización de algunos cauces “informativos”, además de la proliferación de noticias falsas, las “fake news”, las comparecencias sin preguntas, representa la anatemización del periodismo hasta llevarlo al desprestigio. Y la desinformación es la mayor aliada de autoritarismo, dictaduras y la negación de la libertad de las personas.

La imputación de una docena de periodistas por informar de datos de la detención e investigación a varios miembros de los CDR catalanes, Comités de Defensa de la República, que el juez había declarado secretos ha sido la gota que puede hacer rebosar el vaso de la persecución a los medios de comunicación. Hasta María José Segarra, Fiscal General del Estado, hubo de salir al paso de tal imputación por un juzgado de Madrid manifestando que la impugnaría. En las mismas fechas fue elegida la nueva directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y su presidente señaló: “Está la cosa muy mal”, porque “el silencio corresponde a los funcionarios, no a los periodistas. Les han imputado porque no han guardado silencio. Conocían la noticia, la noticia ha sido declarada como veraz, ha sido declarada de interés público. Y por lo tanto el artículo 20 de la Constitución protege ese tipo de noticias?”. En declaraciones a “Las tardes de Radio Nacional” el presidente Juan Caño, refiriéndose a vetos, insultos, imputaciones y “fake news”, dijo que “cada uno de estos casos es un paso hacia el precipicio y el precipicio es que se apague el derecho a la información, el derecho de la explicación”. Añadió que con la proliferación de noticias falsas o no verificadas hace que “en estos momentos la confianza de la sociedad en las noticias está quebrada gracias a esas ‘fake news’, y por otro lado se ha producido un deterioro gravísimo de las condiciones de trabajo. Es decir, cada vez más el trabajo es precario. Estos dos factores son fundamentales. La defensa de la libertad de expresión y la defensa del derecho a la información son también fundamentales”.

Sol Gallego-Díaz, durante un desayuno informativo del Foro de la Nueva Comunicación celebrado en Madrid, reivindicó un periodismo de alto nivel para huir de la simplificación del populismo. La directora del diario “El País” destacó la importancia de contar con “medios de comunicación con un alto nivel de profesionalización”, que permitan combatir esa simplificación acentuada hasta el paroxismo por lo medios amarillos. Y recalcó que el lector debe encontrar en el periódico “seguridad, veracidad, capacidad de discriminar lo importante de lo accesorio”. Y en un encuentro de periodistas con escolares de educación primaria celebrado en Málaga, Iñaki Gabilondo manifestó ante un abarrotado auditorio infantil que “el periodista es la persona que trabaja para que todo lo que le pase al ser humano sea considerado digno de ser contado”. El periodismo, dijo este veterano comunicador, no puede desaparecer puesto que es uno de los pilares fundamentales de la democracia, “van juntos en la misma aventura para que todos tengamos derechos y podamos participar en las cosas que nos conciernen”.

En un trabajo publicado en “Cuadernos de Periodistas”, de la APM, titulado “Informe de la Profesión Periodística del año 2015”, se contabiliza otro problema: entre 2008 y 2015 desaparecieron 12.200 puestos de periodistas; la publicidad, gran fuente de ingreso de los diarios, continuó bajando hasta el ejercicio de 2018; los lectores por Internet en el año 2000 fueron 1,9 millones mientras en 2018 alcanzaron los 31 millones; Maldita.es -que comenzó como Maldita Hemeroteca- es una fuente de verificación contra ‘fake news’; y entre 2008 y 2014 los periodistas fundaron 454 medios digitales realizados por periodistas y financiados a través de “crowdfunding”, suscriptores, mecenas… pero muchos no lograron sobrevivir.

Aunque el experto en medicina laboral Víctor Vidal señalaba días pasados en estas páginas que “leer el periódico en papel reduce el estrés”, el peligro que corre el periodismo actual, según se ironizaba en una tertulia radiofónica, es que “pasamos de Ortega y Gasset a Ortega-Smith”.

Publicado el sábado 30 de noviembre de 2019 en LA NUEVA ESPAÑA y diarios de la EPI

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2019/11/30/peligros-desinformacion/2565313.html

 

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