Volver al llar

Dos tardes de invierno confinados en casa separadas por varias décadas y un virus

Ramona y Lupe estaban adormiladas junto a las trébedes. Fermín, con una colilla en los labios, fumaba frente a la ventana. No veía nada. Era una tarde de domingo. De domingo de invierno. Llovía suave, poco más que orbayu, pero la niebla tapaba la misma visión de las nubes. Apenas había luz fuera y dentro aún quedaban los rescoldos de la lumbre con la que habían hervido la achicoria para hacer “el café”. Solo se oía, de vez en cuando, el ladrido del perro, el “Trébol”, o el mugido de “Valdana”, la vaca tudanca, inquieta al acercarse la hora de mecerla. Las gallinas, el gallo, los miruellos y los gorriones ya dormirían ante la oscuridad que empezaba a cubrir el barrio. El gato, agachado en el alféizar del ventanal, abrió los ojos, se lamió una pata y, cerrando los ojos otra vez, se volvió a sumir en su cotidiano letargo vespertino. Así transcurría la tarde de domingo, de cada domingo de invierno.

¡Algo parecido a lo que ocurría el domingo pasado en Lodo, la aldea que ahora tiene unos cien habitantes más que hace setenta años! Es invierno, orbaya, la niebla baja del monte y casi ya no hay luz. Solamente una lámpara de mesa ilumina la estancia. Covadonga y Vanessa dormitan en el sofá. Una, ojeando una revista pasada, y la otra, mirando el smartphone sin pestañear. Santiago mira al infinito delante de la ventana. Apenas se oye nada, pasar las hojas de la revista, el sonido de un wasap. Quizás el ruido del llavero que el hombre mueve dentro del bolsillo del pantalón. Ni el gato se despierta, la vaca muge, el perro ladra, las gallinas cloquean. No están. Nada, ni pasan pájaros, ni coches, patinetes o motocicletas. El televisor está apagado, la radio también, no se oye un alma. No se mueve prácticamente nadie. Está cerrado el mundo.

Dos jornadas separadas por unas cuantas décadas, con grandes diferencias tecnológicas, unos abismales avances en todos los terrenos y en todos los sentidos. Pero dos jornadas casi semejantes. Confinados por un miserable virus, microscópico y prácticamente invisible, que si lo dejas caer se mata pero que “nos trae por la calle de la amargura”. No puedes salir, no apetece hacer nada. No enciendes la televisión porque casi únicamente habla del maldito bicho. Como no hay partidos, ocurre lo mismo con la radio. Por el teléfono solo te llegan wasaps de memes u ocurrencias sobre la epidemia. Y solo es el primer día del encierro. Apenas hay unos cuantos inconformes con lo que ocurre. Desaprensivos o rebeldes, según versiones.

Hemos vuelto al aburrido llar. Algunos han recurrido a la literatura o al cine para recordar la situación como relatada ya, hace siglos, en nuestras latitudes. Cómo no, de la Italia que nos precede en el problema. Hablan de Giovanni Boccaccio y su “Decamerón”, allá por 1348, y el encierro de unos jóvenes en “Villa Palmieri”, en la colina florentina de Fiesole. Pero en estos días nuestros falta hasta el erotismo de aquellos medievales cuentos.

Publicado el martes 17 de marzo de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/03/17/volver-llar/2613239.html

El turno de los psicólogos (recopilado 2020)

Ante el miedo a la peligrosa pandemia sanitaria ocasionada por el coronavirus

Los servicios sanitarios, médica/os, enfermero/as, fisioterapeutas, hace semanas que trabajan para librarnos del virus coronado, paliarnos sus efectos, enseñarnos a prevenirnos de su infección. Llega el turno de los psicólogos y hasta de los psiquiatras. La epidemia de miedo está consiguiendo atemorizar a toda la población a niveles, según algunas fuentes, globales.

A pesar de las recomendaciones de los expertos en epidemias, como Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, señalando que la situación es grave pero está controlada, el miedo se expande más que la enfermedad. Que gran parte de los informativos, sobre todo de televisión, abran con el nuevo número de fallecidos y el aumento de las personas contagiadas, contribuye a ello. Sobre todo cuando en los titulares y primeras frases de la información solamente se mencionan los nuevos enfermos y no se cuentan los recuperados, los que han superado la crisis gripal y ya se encuentran bien.

El avance de la enfermedad sigue un camino que va de menos a más, prácticamente como toda epidemia -epidemias las hay todos los años, por ejemplo de la gripe-, pero el constante inicio de todo informativo con el nuevo número de infectados induce al oyente a pensar más que en una pandemia en una plaga. Se han llegado a mencionar en alguna tertulia a las bíblicas plagas de Egipto. Y se menta cada vez más al miedo lo que lleva a mucha gente al pánico. En algunas web se expone un mapa activo que va señalando minuto a minuto los casos de infectados, fallecidos y recuperados. Y si hace un mes los enfermos eran cuarenta mil y los recuperados tres mil, con un aumento exponencial en los infectados, en los primeros días de marzo el progreso exponencial se había trasladado a los recuperados y de los 113.000 enfermos ya se habían recuperado 62.000, lo que representa más de la mitad de lo infectados.

Además, en la mayor parte de los titulares no se señalan las patologías previas que sufrían los fallecidos y en estado grave. Para colmo, la política ha entrado en el caso y distorsiona más la confusión que existe entre la población, las iniciativas tomadas por los partidos se enfrentan a las decisiones de los dirigentes sanitarios (cierre temporal de centros educativos, suspensión de viajes, aplazamiento de congresos y vacaciones del IMSERSO para los pensionistas y jubilados). Entre tanto, un diputado de ultraderecha, sin hacer caso a las recomendaciones de las autoridades sanitarias, ha dado positivo en coronavirus, mientras en otras formaciones se quejaban de la escasa información dada por un gobierno que comparece ante los medios cada hora.

También otras voces y plumas han tachado de desinformativa la acción gubernamental y de tomar medidas con retraso. Estas manifestaciones, así como las disculpas dadas por los políticos afectados por la epidemia, han propiciado el pánico en algunas de las zonas señaladas por su aumento de los casos de infectados. Por el momento no se ha producido desabastecimiento pero los estantes de muchos de las grandes superficies y supermercados se quedaron vacíos entre la tarde del martes y el mediodía del miércoles en Madrid capital y en los pueblos mencionados como focos de contaminación.

“Ni coronavirus ni leches, la España viva es imparable”, manifestaba uno de los asistentes al mitin celebrado el domingo en el que un diputado, desoyendo las recomendaciones sanitarias, ha dado positivo. Poco después, los establecimientos se llenaron de acopiadores. El miedo es irracional, cunde el pánico, la gente se alarma y se desbordan los acontecimientos. “El miedo es un microscopio que todo lo agranda”, decía una viñeta publicada por El Roto. Es el turno de los psicólogos.

Publicado el miércoles 11 de marzo de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA y varios diarios de la EPI

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/03/11/turno-psicologos/2610716.html

Llega la librería puntual (recopilado 2020)

La impresión de libros hecha en el momento de la compra como futura alternativa económica a la actual distribución por las editoriales (Recopilación febrero 2020)

Fernando Granda 04.03.2020 | 01:30

Una librería de Sevilla ha lanzado una oferta innovadora que puede representar la paz entre libreros y amazónicos, ahorrar costes y ser a la vez ecológica, no destructiva y enriquecedora para el sistema ambiental. Llegas, preguntas por un título y en siete (7) minutos lo puedes tener impreso. “Libros que te llevas como el pan, recién hecho”, subrayaba Marta Reyero en un pequeño reportaje en el informativo de Cuatro televisión.

La novedad puede que esté ya extendida por otros lugares, por otros establecimientos del gremio librero porque la impresora supongo que se puede adquirir. “Vengo preguntando por -dice una joven que acaba de entrar en el local mencionando un título que desea comprar-, no sé si lo tenéis”. “No, no lo tenemos pero si te esperas siete minutos te lo hacemos en tiempo real”, contesta el ¿empleado/dueño? de la librería, señalando un artefacto que está detrás suyo.

El documento informativo, tras mostrar imágenes de la impresora y la búsqueda del título en el ordenador, explica sucintamente el sistema y da una vista del libro editado en lo que puede ser el departamento de papel. Se recoge entonces el ejemplar, que aparece encuadernado, con sus tapas y solapas, es decir, recién salido del horno, arte final de imprenta.

Luego señala el reportaje que, de momento, pertenece a una editorial, “aunque ya hay otras interesadas en sumarse al proyecto”. En el Grupo Lantia dicen que esta “revolución” cambia, reduce, elimina o disminuye el sistema de almacenaje, logística, distribución, tiempo de fabricación y surge de la necesidad de evitar que haya libros en stock, gran cantidad de almacenados, de ahorrar costes tanto para producirlos como en la posterior destrucción de sobrantes.

En la librería hablan de poder tener referencias de veinte mil del “millón de libros vivos” que puede haber ahora en España. Y describen el invento como el libro del futuro. Pienso que también pueda ser el sistema de periódico en un próximo venidero. Sobre todo para eliminar costosos procedimientos de distribución, al tiempo que permite a quienes prefieren el diario físico al virtual, on line, leer su periódico en cualquier sitio y acomodo. Prensa no local, prensa internacional. Y no solamente resulta económico sino ecológico, sin el actual método de devolución, sin los riesgos que representan algunos fenómenos atmosféricos, la conducción de urgencia que implica la distribución madrugadora, etcétera. Además la impresión sería más rápida que la de un libro, cuyo ejemplar presenta muchas más complicaciones que las que daría imprimir un diario.

En un mundo donde puedes pedir por Internet cualquier objeto, viandas y materiales tangibles y puedes recibirlos en horas, en tiempos y horarios hasta hace poco increíbles, llegados de cualquier punto del planeta, unos sistemas que producen una gran contaminación y eliminan el pequeño comercio, el sistema de la impresión puntual, express, puede ser una solución saludable.

Publicado el miércoles 4 de marzo de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA y varios diarios de la EPI

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/03/04/llega-libreria-puntual/2607363.html

Higinio, el cronista (recopilado 2020)

El mejor candidato para resolver un vacío en Llanes (Recopilación febrero 2020)
Higinio del Río, en la sala municipal de exposiciones.Higinio del Río es quien mejor conoce el conceyu de Llanes. O sin maximizar, uno de los que más lo conocen. Sus años como director de la Casa de la Cultura llanisca lo avalan. Sus estudios sobre la historia de los llaniscos, su trato con los vecinos, sus trabajos por repartir la cultura por los pueblos le hacen merecedor del título de Cronista Oficial de Llanes.

Son varios los residentes y los nativos actuales de la vieja Puebla de Aguilar que merecen tal honor. José Antonio Anca o Francisco Javier López Maya, por ejemplo. Pero quizá no sea hoy conveniente su nombramiento ya que han dejado de ejercer el periodismo activo por jubilación o desaparición de su medio de comunicación. Estoy seguro de que lo harían encantados pero las circunstancias les han retirado de ese trabajo activo aunque sigan centrados en temas culturales.

Una vez desaparecido el singular semanario “El Oriente de Asturias”, centenaria publicación que recogía la vida de los pueblos contada por sus propios vecinos; sin los emblemáticos Ignacio Gracia Noriega y Lolo Maya, que pusieron a Llanes en el mapa periodístico, polémicas aparte, la villa del Oriente asturiano se quedó huérfana de cronista, de relator de opiniones de un conceyu lleno de historia, de paisanaje, de paisaje. Y para que ni historia, paisanaje o paisaje se diluyan parece conveniente considerar a un conocedor de todas las realidades llaniscas como cronista oficial, sin atribuciones legales pero estandarte de una vida real de villa, pueblos y aldeas de esta parte de Asturias que hasta la gran prensa mundial recomienda este año como visitable.

Aunque detestado por algún que otro intelectual de la zona -hasta han pedido mi cabeza, han solicitado, públicamente y en letra impresa, que fuera considerado “persona non grata” en Llanes cuando defendía los intereses de los llaniscos, vecinos y amigos del conceyu en un diario de referencia nacional-, me atrevo a pensar que Higinio del Río es el mejor candidato para ostentar el título de cronista oficial, como existe en otros muchos municipios astures. Como director de la Casa de la Cultura ha traído a Llanes magníficas exposiciones artísticas, ha organizado conferencias, pronunciado charlas, proyectado documentales y numerosas películas por todo el territorio municipal, aldea por aldea, en una labor encomiable por dar a conocer las artes y celebraciones de un territorio quizá alejado de capitalidades, no muy bien comunicado, con problemas de captación de nuevas tecnologías. Como profesional ha seguido los acontecimientos de cada día, ha buscado la actuación de las gentes en distintos momentos de la historia llanisca, ha publicado sobre las acciones de ilustres vecinos y amigos de esta tierra, sus historias, sus anécdotas, sus controversias, sus disputas. Ha organizado jornadas y ha llevado las historia de Llanes por distintos puntos de España. Ha publicado libros y entrevistado a personajes de los distintos estamentos de la actualidad, de la política, de la economía, de la cultura, figuras vinculadas a Llanes y figuras que pudieran influir en la vida llanisca.

Meticuloso escrutador de anécdotas y curiosidades locales, es un culto ratón de biblioteca, gran conversador y ameno tertuliano cuyas recomendaciones, opiniones, aficiones se pueden observar en su blog (https://higiniodelriollanes.blogspot.com/) y en redes sociales. Para colmo, tiene algo que hoy día escasea: buen humor.

Publicado el lunes 10 de febrero de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/02/10/higinio-cronista/2596494.html

La vergüenza de la Variante (recopilado 2020)

El retraso político en la construcción de una infraestructura clave para las comunicaciones asturianas interiores y con todo el país (Recopilación enero 2020)
Empiezan a aparecer dudas sobre la existencia de la Variante. Similares a las del viaje a la Luna. ¿Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins alunizaron o nos han contado un cuento? ¿Es un vídeo lo que mostraron las televisiones de todo el mundo el día/noche del 20/21 de julio de 1969? ¿Es un cuento lo de la Variante?. Parece que no varía nada la situación gobiernen unos o gobiernen otros. Todo un trauma.

Cada día el tema de la Variante es un argumento de distracción, una ficción para entretenernos mientras mantenemos la ilusión de poder viajar, salir o entrar en Asturias, como la gran mayoría de los españoles, especialmente del este y del sur, que lo hacen en tren, el transporte del futuro, sin peajes, habitualmente sin nieves, en definitiva, sin costosas dificultades.

El trauma no solamente lo sufren los empresarios. Lo padecemos todos. Principalmente son ellos muy perjudicados pero somos todos los asturianos los frustrados. En una región en la que las empresas van cerrando, el aislamiento es una clave negativa para la instalación de nuevas factorías, para la llegada de industria, la renovación de la ya instalada, por tanto para la creación de empleo, para la visita del turismo que pretende ser el nuevo motor de la economía -y la ¿supervivencia?- astur.

Además, la negativa a la llegada de la alta velocidad al Principado aumenta el deterioro del desarrollo regional, con la mejor infraestructura ferroviaria en destrucción, cada día peor atendida; con una red de carreteras difíciles de mantener por la complicada orografía y situación climática, el peaje más caro y sin visos de rescate público; sin la añorada autopista del mar, que lleva el mismo camino que la Variante; con un aeropuerto vacilante que cada temporada es imprevisible en enlaces, vuelos, compañías, acceso y precios… En fin, todo un compendio de adversidades que cuando un asturiano -empresario, ejecutivo, trabajador, emigrante…- menciona la situación del Paraíso Natural la gente se echa a reír.

La Variante es una ficción para entretenernos mientras mantenemos la ilusión de viajar en tren. Parece que La Robla está más lejos que la Luna

Y si es difícil salir, también es difícil entrar. Ya sea para negociar, para trabajar, para visitar. La vergüenza de la Variante nos recuerda otra aún reciente, la de la Autovía del Cantábrico, cuyo paso por Asturias “necesitó” casi tres décadas para completarse, para construirse. Ahora, cuando las primeras andanzas del AVE se acercan a esas cifras, cuando hace más de tres lustros que se inició su licitación, con presencia gubernamental, la Variante de Pajares sigue sin entrar en funcionamiento. Y hay que tener en cuenta que la vía del AVE solamente se asoma al Principado. No llega ni parece que llegará al núcleo principal de población en muchos años.

Suponiendo que se cumplan las previsiones dadas a conocer estos días de finales de enero de 2020, los menos de cincuenta kilómetros de este tramo de Alta Velocidad que penetran en Asturias entrarían en funcionamiento veinte años después del solemne acto de colocación de la primera piedra, de su inicio oficial. En los datos económicos de su construcción es mejor no entrar ya que si los gobernantes han sido incapaces de señalar una fecha de terminación más difícil será que las cifras gastadas sean las verdaderas. ¿Cuántos “modificados” -según el lenguaje técnico- ha sufrido el presupuesto?

Así pues, continuaremos nuestro vía crucis por vía ibérica, a paso procesional por las centenarias rampas payariegas, si la nieve invernal nos lo permite, si no se producen desprendimientos o interrupciones eléctricas, con escasas o nulas posibilidades de conexión radioeléctrica. Vamos que tardaba menos Phileas Fogg, el personaje de la novela publicada por entregas por Julio Verne (1783), en dar la vuelta al mundo que nosotros en recorrer medio centenar de kilómetros para “salir a Castilla”. Ciento cincuenta años no son nada para el Adif. ¿Abrirá el famoso túnel en 2023? Parece que está más lejos La Robla que la Luna.

Publicado el jueves 30 de enero en LA NUEVA ESPAÑA
https://afondo.lne.es/opinion/la-verguenza-de-la-variante.html

Contradicciones ante la Cumbre del Clima (recopilado 2019)

La importancia de la lucha contra el calentamiento global y la celebración en una ciudad cuyo alcalde no cree en el cambio climático (Recopilción noviembre)

Contradicciones ante la Cumbre del ClimaLa Cumbre del Clima se celebrará en Madrid, lo que encierra notables contradicciones. Tras la renuncia de Chile, cuyo presidente considera que no puede garantizar la seguridad de los asistentes después de varias semanas de disturbios que mantienen el país en un caótico campo de batallas urbanas, el presidente del Gobierno español se ofreció a celebrarla en nuestro país y recibió el visto bueno. La gran reunión internacional, que se estaba preparando en Santiago de Chile organizada por Naciones Unidas corría el peligro de no celebrarse. Conocida por COP25 en sus siglas en inglés (25º Conference of Parties) es el órgano de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que “orienta los esfuerzos de los países que son partes de la Convención para actuar contra el cambio climático”. Persigue impedir la interferencia humana en el aumento de la temperatura media del planeta.

Las primeras contradicciones están en que se celebrará en Madrid, cuyo alcalde, José Luis Martínez Almeida, manifestaba públicamente que no cree en el cambio climático e intentó retirar las necesarias medidas anticontaminantes establecidas por la anterior Corporación municipal, Madrid Central. Alcalde que se apoya en los votos de Vox, partido cuya primera declaración tras conocer los resultados de la urnas fue señalar que rechazaba totalmente ese Madrid Central. Y cuya Comunidad está presidida por Isabel Díaz Ayuso, que no se puso al teléfono cuando la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, intentaba informarle de la solicitud del Gobierno de celebrar la cumbre en la capital de España.

Veamos: Una mayoría de españoles, según diversos sondeos recientes, considera imprescindible luchar contra la contaminación que nos lleva al calentamiento global, al cambio climático. Pues bien, esas personas, esas asociaciones, esas organizaciones, los ecologistas, que trabajan para que nuestra vida diaria sea lo más natural posible, por que las industrias nos contaminen lo menos posible, por facilitarnos la existencia, son repudiadas por mucha gente. Son denostadas por personas, asociaciones, agrupaciones porque las consideran una amenaza para sus intereses. Y esas organizaciones ecologistas, conservacionistas, naturalistas que buscan el equilibrio en la Naturaleza, luchan por la permanencia de la cadena trófica, que no se rompa el hilo conductor del desarrollo natural, imprescindible para la pervivencia de los seres vivos que estamos destruyendo los seres humanos. Es decir, combaten las raíces del nefasto cambio climático que estamos promoviendo.

Los intereses particulares, unidos a la atractiva comodidad (¿quién no la desea?), están lastrando el desarrollo de la vida de las personas, el futuro de las actuales y futuras generaciones. Ese interés está haciendo difícil la redirección de nuestra conducta medioambiental hacia un mayor respeto por la Naturaleza que nos da la vida. Está imposibilitando que cambiemos nuestros hábitos perniciosos por unos respetuosos con el planeta que nos acoge. Contra ellos lucha la COP25 que se celebrará en España.

La comodidad y la ambición tienen la culpa de esta contradicción. Porque pocos desean renunciar a tenerlo todo a mano, a disfrutar de cualquier vianda en cualquier momento, a moverse sin renunciar a cualquier combustible con tal de ir confortablemente, a disponer de cualquier cosa si se tiene capacidad económica para conseguirla. Es más fácil no hacer nada que concienciarse de que no conviene realizarlas contra natura. No quiero decir con esto que todas las prédicas que anuncian los ecologistas sean la panacea, ya que hay mucho “friki” en el ámbito ecológico, mucho teórico que propone difíciles medidas de llevar al campo práctico. Tienen razones científicas para proponer una vida más natural -recuerdo el ofrecimiento a la Administración del Estado de las organizaciones conservacionistas de hacerse cargo de la gestión de la política ambiental-, algo que entra dentro de los parámetros a debatir en la Cumbre climática de Madrid. Ese Madrid cuya actual Corporación municipal acaba de decidir la supresión de un gran carril bici, establecido para promocionar el uso de la bicicleta con el fin de utilizar menos el automóvil contaminante.

Publicado el sábado 16 de noviembre de 2019 en LA NUEVA ESPAÑA y La Opinión A Coruña

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2019/11/16/contradicciones-cumbre-clima/2558778.html

A los treinta años del Muro (recopilado 2019)

La situación no es tan ideal como se preveía entonces (Recopilación noviembre)

A los treinta años del MuroCelebramos estos días los treinta años de la caída del Muro de Berlín, aquella demostración de que el llamado “socialismo real” no era tal. Paseo con frecuencia por el madrileño Parque de Berlín -vivo a unos trescientos metros- y contemplo de vez en cuando las tres planchas traídas de sus restos desde la capital alemana, no sé si para decorar el estanque o para recordarnos a los vecinos de Chamartín su horrible significado. Han pasado tres décadas, se han levantado otros muros en el mundo, todos para separar a las personas y demostrar la insolidaridad humana de muchas ideologías.

Hoy se recuerdan aquellos días de noviembre de 1989. Días de liberación para millones de personas que permanecían oprimidas por dictadores defensores de unas ideas mientras practicaban las contrarias, que predicaban la liberación de la opresión mientras ellos practicaban la tiranía. Millones de personas no solamente de Berlín sino de cinco landers alemanes, de países como Polonia, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Albania? Aquellos días en que se fue descomponiendo todo un imperio de terror. Primero con el triunfo de un gobierno de Solidaridad en Polonia, luego con la apertura de una frontera húngara hacia Austria o la caída del dictador Honecker en la parte alemana del Este? en fin, la endeble apertura de la perestroika y la glásnost iniciadas por Mijail Gorbachov en la Unión Soviética.

Luego vinieron semanas de incertidumbre. De los primeros berlineses orientales que viajaron al oeste para comprobar la vida en libertad al derrocamiento de la terrible familia de Nicolae Ceaucescu en Rumanía. Todo se fue precipitando en los países que habían estado décadas encerrados tras el Telón de Acero, el gran muro levantado por la URSS para “protegerlos” de Occidente. Los cambios se fueron produciendo y menos de un año después de que el portavoz del Partido Socialista Unificado de la República Democrática Alemana anunciase sorpresivamente que los berlineses orientales podrían viajar a Occidente el canciller Helmut Kohl declaró la unificación de las dos partes de Alemania.

Treinta años después de estos sucesivos acontecimientos la situación no es tan ideal como se podía prever. Sigue habiendo una gran división cultural y comercial entre aquellas dos partes en que estuvo dividida Europa. Ya solo quedan algunos restos del Muro para recordatorio de su nefasta existencia, hoy obligada visita turística marcada por una línea de adoquines que dibujan el largo recorrido de la gran tapia separadora. Pero, como señala Rosa María Artal en un libro colectivo publicado por antiguos compañeros de redacción, sustituyó “el socialismo por el gobierno de las corporaciones y las empresas”, es decir, los grandes depredadores, especuladores, hoy archimillonarios. Llegaron recesiones “no previstas” en profundidad y duración. La calidad de vida no alcanza lo esperado y se mantienen las diferencias entre estados. Los jóvenes bien formados de Sajonia y Alta Sajonia, de Brandemburgo, Mecklenburgo-Pomerania y Turingia huyeron al oeste mientras el desarrollo de esos cinco landers orientales sigue siendo deficiente.

La canciller Angela Merkel, nacida en la parte oriental, reconocía hace un mes que “la unidad nacional de Alemania se ha completado, pero la unidad de los alemanes aún no se ha logrado. La mayoría de los alemanes del Este se sienten ciudadanos de segunda”. La altivez de los wessies considera una carga a los ossies. Una gran parte de los millennials occidentales todavía no han visitado Berlín, “una ciudad del Este”. Si hoy los alemanes pagan de su sueldo un pequeño impuesto para apoyar la recuperación de la igualdad entre ambas partes, el “injerto falla” según algunas fuentes porque no crecen igual Oriente y Occidente. En cuanto a cuestiones políticas el gran crecimiento de la extrema derecha se produce en los landers orientales, con amenazas y episodios violentos en Dresde y otras ciudades. Un crecimiento que aparece también en países vecinos como se observa en Polonia, Hungría, Bulgaria -hoy integrados por conveniencia políticoeconómica en una culturalmente confusa Unión Europea-. Según estudios de la etnógrafa Kristen Ghodsee, profesora en la Universidad de Pensilvania, especializada en la Bulgaria postcomunista, los pensionistas se ven obligados a elegir entre medicamentos, calefacción o comer, no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas mientras en la capital, Sofía, abundan el lujo, los gourmets, los turistas o los supermercados llenos de quesos de todo el mundo. Y los analistas expertos en Europa del Este vaticinan que hará falta otra década para lograr un equilibrio entre ambas partes.

Publicado el sábado 9 de noviembre de 2019 en LA NUEVA ESPAÑA

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2019/11/09/treinta-anos-muro/2555371.html

Posidonia para El Bau (recopilado 2019)

La necesidad de cuidar el pequeño estuario del río Calabres, una ría natural que transcurre entre entre los pueblos de Barro y Niembro (Recopilación Septiembre)
Posidonia para El Bau

Intento siempre defender uno de los paisajes más bellos que tenemos en Asturias. Perdónenme si resulto pesado y reiterativo con un mismo tema. Es que observo su deterioro y pienso que es necesario pararlo, buscar remedio, conservarlo aún en su estado actual. Me refiero a la ensenada de El Bau, el pequeño estuario que forma el río Calabres al desembocar entre Barro y Niembro, la ría formada por los cuatro meandros con los que alcanza el mar antes de abrirse en la playa de la Entrada. Es la joya fotográfica que todo turista se lleva al pasar por el Picu el Escobiu y ver el reflejo en sus aguas de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores de Barro. El Instituto Geográfico Nacional lo denomina “Ría de Barro”.

Este paraje llanisco tiene una singularidad que lo hace casi único. Un río nacido en la sierra del Cuera se esconde bajo el monte de La Llera, en la zona de La Corredoria, entre Posada y Quintana. Su cauce subterráneo discurre centenares de metros y vuelve a la superficie por la semidestruida cueva de Jonfría, en la vertiente norte de La Llera, ya en la parroquia de Barro. En su camino al mar hubo tres molinos de los que solo sigue en pie el tercero aunque sin actividad molar. Unos metros adelante, tras pasar bajo el puente de El Arite, forma con sus meandros un estuario con una vega a su derecha que se inunda con aguas de la pleamar del Cantábrico.

Tanto a izquierda como a derecha de su cauce han crecido distintos árboles y plantas herbáceas como el junco, la espadaña y el cada vez más apreciado bambú (la nueva arquitectura lo investiga como resistente material de construcción). En su suelo se forma un fango que alberga diversos animales acuáticos, gusanas y cangrejos (cámbaros, los llamamos en Llanes). Con las aguas que llegan del mar entran bandadas de lubinetas, mubles y hasta rodaballos. En ellas pescan la gaviota, el martín pescador y otras aves migratorias. Gran parte de lo que describo permanece hoy a duras penas. Una cantera abierta cerca del nacimiento del río propició hace años el deterioro de la rica ensenada. Los sedimentos arrastrados obstruyeron el cauce fluvial subterráneo, lo que obligó a romper la bella cueva de Jonfría, la arena arrastrada fue ocupando las orillas del cauce e invadió gran parte de la vega de El Bau. Una vegetación no deseada comenzó a cubrir las zonas de aluvión y el agua ya no llega a todo el estuario. (Tras cuatro décadas de desastre, hoy se polemiza sobre el posible dragado del Calabres antes de enterrarse bajo La Llera, no de limpiar la natural ensenada de Barro, El Bau).

Como consecuencia de ello ya no se pesca en el Bau, la gusana que se cosechaba como cebo para la pesca casi ha desaparecido y extraña vegetación se aprovecha del abandono. Con la evolución de las técnicas de captura ha desaparecido la flota de los mariscadores de Niembro, especializados en langosta y bogavante. Todo ello ha contribuido al deterioro del humedal, que aún conserva su belleza.

Propongo, dentro de mi ingenuidad y en defensa de mantener esta riqueza natural, la plantación de posidonia. El crecimiento de esta planta, cuyo nombre deriva del mitológico dios de los mares, Poseidón, regenera las costas de muchas zonas del Mediterráneo y lo mantiene vivo. Acuática de verdes hojas largas y estrechas, endémica del llamado Mare Nostrum, alimenta las aguas con sus extensiones submarinas. Y las salva de una contaminación destructiva. Un editorial reciente del “Diario de Mallorca” (Editorial Prensa Ibérica), titulado “El equilibrio vital de la posidonia”, reivindicaba esta planta por su influencia en defensa del medio ambiente, del ecosistema, ya que las praderas de posidonia “son elemento natural imprescindible para mantener y regenerar” la costa mediterránea. Un decreto del Govern de la comunidad balear no solamente defiende esta planta sino restringe su retirada o destrucción. Los guías turísticos de las islas suelen señalar, no sé si con razón, que está prohibido arrancar y sacar del archipiélago esta benéfica hierba.

Las playas del Cantábrico, afortunadamente no necesitan de la posidonia para mantener sus agitadas aguas saludables. Pero El Bau, la ensenada entre Barro y Niembro, con sus aguas tranquilas, precisa una regeneración. La vuelta del bambú, hoy reivindicado como un magnífico elemento para la construcción, un pequeño dragado y la plantación de la hierba del dios de los mares detendría su deterioro y desterraría la vegetación invasora que consume su belleza natural.

Publicado el domingo 29 de septiembre de 2019 en LA NUEVA ESPAÑA

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/oriente/2019/09/29/posidonia-bau/2536292.html

Un buen y curioso verano asturiano (recopilado 2019)

Canto a las posibilidades turísticas del Paraíso Natural (Recopilación Septiembre)

Despedíamos el mes de agosto, casi despedíamos el verano, en la playa y lo hacíamos a la antigua. Aparecíamos por el arenal de Barro algunos de los más antiguos veraneantes. Sin habernos puesto de acuerdo, nos encontramos al borde del agua personas que hace más de sesenta años frecuentábamos la arena entre Sorraos (la que conocíamos como la playa de “les monjes”) y el Xiglu, aquellos adolescentes de familias como los Díaz Alegría, los Coto, los Cué, los Elordi, los Granda? ahora ya en los setenta. Aquellos jóvenes que hoy siguen pasando su verano en Barro junto a sus hijos y descendientes.

Porque Barro sigue siendo un pueblo pequeño, bastante bien librado de las especulaciones edificadoras, a pesar de que las distintas corporaciones municipales de Llanes se empeñan en considerarlo como un ente urbano, quizá para aumentar la recaudación. Salvado como gran parte del litoral astur, una de las costas menos deterioradas de la geografía española. Y una de las costas más hermosas de nuestra península. Porque, conocedor de los diferentes tramos marítimos, incluidos los insulares, considero que las playas más bellas del país, que atrae turistas de todos los continentes, se encuentran en Asturias, junto a las de la isla de Menorca. Tienen entre ellas pocas diferencias en cuanto a belleza y solamente alguna en cuanto al agua que las baña.

Un verano como el que declina, y llevamos unos cuantos con esta bonanza, las temperaturas del agua en nuestras playas es muy buena para el baño, comparada con las otras cosas. Consultadas fuentes estudiosas de las aguas marítimas durante el mes de agosto, las temperaturas en las aguas costeras baleares superaba dos grados a las del Cantábrico y aquellas eran más claras y cristalinas que éstas, pero tanto unas como otras disfrutaban de muy buena salud. La mayor diferencia quizá fuera la bravura de sus mareas, vivas en las costas del norte y suaves o calmas en la isla balear. Pero con playas bellas, con escaso acoso urbanístico y tranquilidad ambiental, a diferencia con el resto de las costas peninsulares e insulares.

Para completar la bonanza del veraneo asturiano es necesario resaltar la cercanía de la costa a una monumentalidad natural, con una cordillera Cantábrica llena de alicientes: los Picos de Europa por el Oriente y la fauna salvaje por el Occidente. Si, como este verano, sin apenas lluvias, no mucho sol pero con temperaturas constantes y agradables, la temporada estival suele ser de las más suaves de toda la península. ¡Y qué poco se explota turísticamente esta cualidad! Lástima del deterioro de la infraestructura ferroviaria que impide una buena intercomunicación entre nuestras comarcas interiores y costeras. Esperemos que las administraciones se interesen por proclamar y exportar las cualidades del Paraíso Natural al mundo exterior.

Finalmente la gastronomía y la singularidad de algunos festejos, en algunos casos celebrados al alimón, ponen el broche de oro a quien acuda a disfrutar de unas buenas vacaciones por el Principado. Quizá por eso muchas gentes siguen bañándose en las mismas playas, quizá por eso vuelvan a los lugares en las que disfrutaron en su juventud. Todo tiempo pasado fue anterior, que dicen los bromistas, pero la preservación de un paisaje liberado del acoso urbanizador, de una costa sin aglomeraciones de construcciones invasoras, hacen muy atractivas la costa asturiana y nuestra mágica montaña.

Publicado el viernes 6 de septiembre de 2019 en LA NUEVA ESPAÑA

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2019/09/06/buen-curioso-verano-asturiano/2525435.html

Sobre patinetes, mascotas y normas (recopilado 2019)

La impunidad de los insolidarios no se combate con más circulares sino haciendo cumplir las existentes con más agentes de tráfico (Recopilación Septiembre)

La circulación de patinetes, bicicletas y otros vehículos de movilidad personal está levantando protestas en gran parte de las poblaciones. Los aparcamientos de forma caótica, su abandono en medio de aceras, su carrera por las zonas peatonales, su presumible alta velocidad son algunas de las causas de las protestas. ¿Faltan normas para regular su circulación, han de ser comunes o cada municipio ha de aprobar las suyas? ¿Y las de aparcamiento?

Las normas son para cumplirlas. Para eso las aprueban consistorios y gobiernos. Son fruto de la democracia y facilitan la convivencia entre vecinos. Nos las “imponen”, las promulgan para favorecer, ayudar a la coexistencia entre cercanos, compañeros de calle, de barrio. Pero ¿quién hace cumplirlas? ¿Se multa al infractor, se cobran las multas?

Los ayuntamientos, como responsables de la política local, municipal, la cercana, velan por la convivencia de sus residentes. Pero muchas veces se ven desbordados por la misma vida de la calle. O apuntan a objetivos no urgentes y se olvidan de otros necesarios pero menos “populares”. Parece que los criterios van “por barrios”.

Las normas más necesarias en cuestión de convivencia son las de los nuevos vehículos de desplazamiento personal, los que facilitan la movilidad por la ciudad. Y también su aparcamiento. Pero en muchas corporaciones no acaban de aprobar normas para su circulación. Unas esperan (se disculpan con) otras de organismos de mayor rango. Algunos ayuntamientos no las consideran urgentes; otros no las ven necesarias. Mientras tanto las dificultades del peatón son cada vez mayores para pasear, andar por las aceras. Unas veces porque los ciclistas, patinadores, skaters… circulan por la acera en vez de ir por la calzada. Otras porque no aparcan sus vehículos, los “tiran” donde se acaba su saldo, donde está su destino, donde les da la gana (mejor no mencionar “salidas”). He ahí un punto ciego legal.

Otro dato respecto a circulación de vehículos y su aparcamiento: muchas poblaciones han implantado zonas verdes, zonas de aparcamiento limitado o regulado. Son normas para cobrar una cuota por ocupación temporal pero adolecen de coordinación intermunicipal y son distintos los colores de la pintura que marca los límites para cada vehículo, lo que confunde a los conductores visitantes o no residentes habituales. Además, en algunas localidades los colores que distinguen permisos o prohibiciones son tan parecidos y no reflectantes que no se distinguen por la noche.

También son reguladas las normas de paseo de mascotas. Normalmente han de ir atados por la calle, sus dueños han de recoger sus excrementos sólidos. ¿Y los líquidos? Hay poblaciones donde se riega con frecuencia, en otras llueve lo suficiente para eliminar residuos menores. Pero en muchas ni llueve ni se riega lo suficiente como para eliminar pises y otros residuos olorosos.

Las soluciones para la mayoría de los inconvenientes mencionados (grafittis incluidos) pasaría por una mayor presencia de miembros de la policía municipal, local, de movilidad. Pero el personal de vigilancia es lo que más escasea. Solo los municipios grandes, con zonas de aparcamiento vigilado, destinan presupuesto para empleados de movilidad, pues es una fuente de recaudación económica. Pasear por aceras para vigilar que por zonas peatonales no circulen ciclistas y distintos tipos de vehículos patinadores no da dinero. Una sanción a dueño/a de perro que levanta la pata en cada esquina es difícil de cumplimentar, muy laboriosa de argumentar.

Es decir, hacer cumplir las normas callejeras municipales no es rentable o cuesta dinero, necesita una parafernalia complicada y una Administración ágil y bien equipada. Solamente una organización autoritaria que enfoque su recaudación por ese camino puede imponer un orden en la circulación callejera. Por eso la impunidad de los insolidarios que circulan en vehículos de movilidad personal no se combate con más normas, dictando más circulares. Lo necesario es el aumento de personal que haga cumplir las normas ya existentes.

Publicado el martes 3 de septiembre de 2019 en LA NUEVA ESPAÑA, Levante y La Opinión A Coruña

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2019/09/03/patinetes-mascotas-normas/2524145.html

Visit Us On TwitterVisit Us On FacebookVisit Us On LinkedinCheck Our Feed