Tunicia añora su primavera

El escaso cambio político en el país en el décimo aniversario de la revolución árabe

Las contradicciones sobreviven en el país socialmente más moderno de África. Túnez, la Tunicia entre Argelia y el territorio que un tiempo fue el estado de Libia, conmemora el décimo aniversario de la Primavera Árabe entre la represión de las manifestaciones de adolescentes y los cambios de Gobierno: nueve jefes de Gabinete se han sucedido en estos diez años. La última crisis ha tenido lugar a mediados de este reciente enero con el cambio de doce ministros, siendo la tercera modificación de Gobierno en unos doce meses, con cuatro ministros de Sanidad desde el comienzo de la pandemia.

En un país de once millones y medio de habitantes, con casi seis mil muertos a causa de la pandemia, con crisis gubernativa casi permanente y el persistente incumplimiento de las promesas de la llamada Primavera Árabe de hace ahora diez años, los dirigentes de los más importantes partidos siguen manifestando que no saben el porqué de las manifestaciones. En ellas participan jóvenes de entre 15 y 25 años, nivel de edad con más de un 35% de desempleo. Pero las reclamaciones son claras: “el pueblo quiere que caiga el régimen”, gritaban los jóvenes el sábado 30 mientras el Gobierno desplegaba el Ejército por las principales poblaciones del país.

Tras las concentraciones de protesta, con miles de participantes, la policía ha detenido a más de mil personas. Fuentes que analizan políticamente la situación inciden en el recuerdo de la humillación y la impotencia que se conoce como “hogra”, que inició las primeras protestas de 2011 y que hace unos días, el 14 de enero, se rememoró cuando fue apaleado por la policía un pastor que pasó con su rebaño de ovejas delante del edificio del Ayuntamiento de Siliana, al noroeste del país.

Los participantes en las manifestaciones, que se han extendido por todo el Estado, son jóvenes sin afiliación política o sindical, mayoritariamente sin formación, también estudiantes de liceos y grupos de ultras deportivos, que generalmente van en babuchas. Informaciones de la agencia France Press y de medios de locales recogen sus reivindicaciones que van en el sentido del abandono económico, la miseria en los barrios y contra la corrupción. El grito que se oye en las calles es “trabajo, libertad y dignidad”.

El país es socialmente quizá el más adelantado del continente africano. Desde su independencia de Francia en 1956, en Túnez las mujeres gozan de una libertad que aún hoy no existe en otros países árabes. Por la Ley Electoral en Túnez, las mujeres deben ocupar el 50% de las candidaturas de los partidos. Lo que no quiere decir que la condición femenina no sufra legalmente porque no están castigados los llamados crímenes de honor, tampoco la violación dentro del matrimonio es delito y la Constitución no persigue a los hombres que se casen con la mujer que han secuestrado ni el tráfico de mujeres para la explotación sexual.

Habib Bourguiba, primer presidente de Túnez, abolió la poligamia, estableció el derecho de las mujeres a divorciarse y a la educación. Al asumir el poder empujó a los padres a enviar a sus hijas al colegio, y llegó a calificar el velo islámico como “ese trapo sucio”. Pero en los 65 años transcurridos desde la independencia las cosas han cambiado poco o han ido a peor. La democracia ha retrocedido, los gobernantes se han fortalecido con un poder casi omnímodo y la corrupción ha alcanzado altas cotas. Desde los enfrentamientos del pasado 14 de enero son cerca de 1.500 los jóvenes detenidos. En los últimos meses más de 13.000 huyeron por mar hacia Italia, muchos otros lo hacen desde hace tiempo hacia otras zonas de Europa a través de Argelia –parece que varios cientos de tunecinos permanecen bloqueados en Melilla desde hace casi dos años– y el abandono escolar alcanza decenas de miles de estudiantes… Datos así revelan que el único país que vio triunfar la primavera de 2011 no ha avanzado ni en política democrática ni en política social. Un dicho popular señala que “si no hay evolución viene la revolución”. Y Tunicia añora su primavera.

Publicado en LA NUEVA ESPAÑA el sábado 6 de febrero de 2021

https://www.lne.es/opinion/2021/02/06/tunicia-anora-primavera-34145288.html

Aquella primavera que no floreció

El décimo aniversario de la fracasada revolución democrática árabe

“Las mariposas son flores que aprendieron a volar”, dicen poéticamente en Colombia. Las flores que nacieron al sur del Mediterráneo hace diez primaveras se marchitaron antes de emprender el vuelo. Y es que la “Primavera Árabe” no fructificó, fue pronto reprimida y hoy aún quedan algunas brasas de sus incendios, al menos en el extremo oriental: la guerra no se apaga en Siria.

La agonía de un vendedor ambulante tunecino, Mohamed Bouaziz, en diciembre de 2010, que se había inmolado en protesta porque la policía le había despojado de su mercancía y de su cartilla de ahorro, levantó una numerosa serie de manifestaciones que desde la capital Túnez se extendieron a las principales ciudades de las naciones árabes. Los miles de tunecinos que salían a las calles protestaban por las precarias condiciones a que estaba sometida la población y a la falta de democracia. El autoritario Zine el Abidine Ben Ali, que llevaba un cuarto de siglo en el poder, aguantó poco más de un mes y dimitió. La multiplicación de las protestas durante los meses siguientes llenó las plazas de todo el norte de África y oeste de Oriente Próximo. El año 2011 se inició con esa reacción popular que dio lugar a la llamada “Primavera Árabe”.

Desde Tunicia las reclamaciones se extendieron por Argelia, Libia, Egipto, Líbano, Siria y, en menor medida, al resto de la zona asiática y septentrional africana, incluidos Marruecos y Jordania. En algunos países las manifestaciones cobraron bastante virulencia, hicieron famosas algunas emblemáticas plazas, sacaron a la luz endémicos problemas como los abusos y violaciones sexuales a mujeres y acumularon un significativo número de muertes.

En Midan Tahrir (liberación, en lengua árabe), la plaza de la explosión de las protestas multitudinarias, se gestó el comienzo de la revolución que, viernes tras viernes, consiguió la destitución de Hosni Mubarak, tras tres décadas de represión. Pero la democracia duró poco en el país más poblado del mundo árabe. La maquinaria militar se hizo con el poder, hubo elecciones, nuevos golpes involutivos y la represión ha vuelto a la política de la fértil ribera del Nilo.

La revuelta libia destronó al excéntrico Muamar Gadafi después de 42 años dirigiendo un territorio de arena y petróleo. Igualmente las facciones militares reprimieron a la población y hoy Libia está considerada como un caos de mafias explotadoras de refugiados y huidos de la hambruna centroafricana. Las protestas en Yemen duraron más de un año, el dictador Ali Abdullah Saleh fue destituido pero el país es ahora un campo de guerra entre facciones apoyadas por Arabia o Irán. Las plazas de estos dos últimos fueron acalladas rápidamente. En Jordania fue destituido el jefe del Gobierno, en Marruecos el rey Mohamed VI acalló las voces prometiendo algunos cambios en la constitución. En otros estados de religión musulmana hubo también revuelos menores y tan solo Emiratos Árabes Unidos y Catar se libraron de grandes manifestaciones.

El caso de Siria es punto y aparte. El gobernante Bashar al-Ásad, que había heredado la jefatura de su padre Háfez al-Ásad, reprimió violentamente las manifestaciones. Y cuando vio que el conflicto le superaba ordenó bombardear y el lanzamiento de misiles sobre las ciudades en las que dominaban los rebeldes. El llamado Ejército Libre de Siria, formado por un conglomerado de grupos y facciones, ocupó varias de las más pobladas ciudades del país y en esa guerra civil se produjeron enfrentamientos brutales. El conflicto se internacionalizó, con intervenciones más o menos directas de Rusia, Estados Unidos y algunos países de Europa y Asia. La disputa entre ambos bandos se enquistó y las sucesivas negociaciones nunca fructificaron. La guerra, cuando están a punto de cumplirse diez años de su inicio, continúa. Un viejo proverbio dice: “La paz es cuando los hombre solo tienen miedo a las serpientes”.

Publicado el miércoles 30 de diciembre de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA y diarios de Prensa Ibérica

https://www.lne.es/opinion/2020/12/30/primavera-florecio-26867190.html

La realidad del lobo

La necesidad de un debate público sobre el depredador

Las informaciones sobre la situación actual del lobo en varias comunidades españolas son contradictorias y posiblemente interesadas. En unas zonas la preocupación es mínima. En otras las manifestaciones contra su presencia son numerosas y ruidosas. Mientras tanto algunas administraciones permanecen calladas, al menos en cuanto a sus actuaciones públicas o su aparición en los medios. Por eso creo que es necesario que haya un debate público, que se muestre un real balance de casos, que se haga un análisis de su estado actual en el que participen partidarios y oponentes de la existencia del depredador, ganaderos y agricultores, administraciones y ecologistas. Un debate que exponga una realidad fuera de las presiones de unos y otros, que muestre los beneficios y los perjuicios de su presencia libre en los montes españoles.

Ocho mastines y algún carea leonés cuidan y conducen un rebaño de quinientas ovejas de un pastor castellano. Así lo manifestaba hace unas semanas su propietario en el programa “Aquí la Tierra”, de Televisión Española. No mostró temor a los lobos a pesar de que señaló que los había en las cercanías. Es solo uno de los bastantes cuidadores de rebaños que manifiestan su tranquilidad ante la existencia del lobo en sus inmediaciones en varias comarcas de Castilla y León, Aragón, La Rioja y en diversos países europeos en los que las leyes protegen al afamado depredador. Félix Rodríguez de la Fuente, el santo de Asís o José Ignacio Pardo de Santayana, el presidente del Parque Cuaternario de Santillana del Mar no son casos únicos, implicados aislados. El dueño del zoológico cántabro, con varias décadas de experiencia en el tema, abrió sus instalaciones, entre otra variada fauna, con una camada de lobos y un bisonte, comúnmente depredadores los primeros pero que temen a los segundos porque saben defenderse de ellos. Y mientras Pardo mencionaba la mansedumbre de los lobos árticos, con una desagradable imagen felicitaban en Facebook el Año Nuevo 2021 los pastores de los Picos de Europa.

Pero la convivencia entre ambos y otros miembros de la fauna española es posible. Conveniente según los ecologistas, peligrosa según ganaderos. La necesidad de mantener o no la cadena trófica es lo importante, la clave. Hace solamente unas semanas el Gobierno hizo público un comunicado en el que señalaba que protegerá al lobo en toda España porque así lo ven necesario y lo solicitan los científicos (LA NUEVA ESPAÑA, 5 de diciembre de 2020). Porque puede haber un equilibrio entre esas posturas ¿irreconciliable? que se manifiestan en los medios.

Las indemnizaciones para compensar los ataques de los distintos depredadores en nuestra comunidad ascendieron a 101.153 euros, según informaba este diario hace solo unos días. De los aproximadamente 490 animales muertos 349 lo fueron por ataques de lobos, señalaba el balance de 2019 del Parque Nacional de los Picos de Europa, regentado por Asturias, Cantabria y Castilla y León. En lo que corresponde a la zona asturiana fueron 90 los expedientes abiertos tras las denuncias presentadas por daños del lobo que mataron a 138 animales domésticos y el Principado indemnizó a los propietarios y pastores afectados con 34.972 euros. Para unos es una cantidad ínfima y dicen que no merece la pena mantener un ganado con ese peligro y esas compensaciones. Para otros el remedio estaría en un paso anterior, es decir, emplear una partida presupuestaria en prevención: en vez de gastar grandes cantidades en reparación de daños, los gobernantes harían mejor destinarlas a la cría y reparto de mastines y otros animales respetados por los depredadores (por ejemplo, el mencionado bisonte) y subvencionar con ellos a los propietarios que justifiquen que su ganadería es fundamentalmente extensiva, la que aprovecha básicamente los recursos naturales, estabulada solamente en las temporadas de atmósfera crítica invernal.

El Gobierno de Aragón abrió hace ahora dos años una línea de créditos, dotada con medio millón de euros, para financiar la compra y adiestramiento de mastines, instalar cercados y mejorar la seguridad de los corrales. Así, en vez de gastar partidas presupuestarias en polémicas indemnizaciones, que también, los gobernantes deberían emplearlo en criar mastines y otras razas de perros pastores, habilitar terrenos para bisontes y tarpanes, en subvencionar a ganaderos y agricultores participantes en ganadería extensiva. Una ayuda para evitar o reducir el problema, a la vez que frenar la extensión de enfermedades de la fauna silvestre los depredadores representan una parte de la cadena trófica que regula naturalmente la población.

En las últimas dos estaciones precedentes, verano y otoño, del 21 de junio al 21 de diciembre de 2020, 184 días, los medios asturianos publicaron 49 informaciones relacionadas con el lobo, la inmensa mayoría en contra, un porcentaje que supera a temas como la política comunitaria o situaciones puntuales de algunos sectores consecuencia de la pandemia vírica. Al mismo tiempo, diarios de ámbito nacional han publicado reportajes sobre esta controversia, que afecta a un gran sector primario de nuestra economía pero que puede estar tratado con una vehemencia exagerada por algunos de los implicados. Sea como sea el denostado canis lupus es el ancestro de los familiares perros que tenemos en nuestro cercano entorno. La polémica es muy antigua. La popularizó el filósofo inglés Thomas Hobbes en el siglo XVII pero ya en la Antigüedad fueron Plauto (“El hombre es un lobo para el hombre”) y Séneca (“El hombre es algo sagrado para el hombre”) quienes parece que iniciaron la controversia sobre la especie a la que pertenecía quien mitológicamente amamantó a Rómulo y Remo.

Publicado el martes 19 de enero de 2021 en LA NUEVA ESPAÑA

https://www.lne.es/opinion/2021/01/19/realidad-lobo-29343868.html

Rescoldos del Proceso de Burgos

Memoria propia del histórico juicio contra militantes de ETA, medio siglo después

Los abogados defensores en el Proceso de Burgos, durante la rueda de prensa con los periodistas y abogados observadores extranjeros. |

En diciembre de 1970 se celebró el denominado “Proceso de Burgos”, juicio sumarísimo iniciado en esa capital castellana contra dieciséis miembros de la organización terrorista ETA acusados de tres asesinatos durante la dictadura del general Franco. Las movilizaciones populares y la presión internacional lograron que las condenas a muerte impuestas a seis de los encausados no llegaran a ser ejecutadas. El autor de este texto presenció el juicio en directo, como alumno de la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid.

Una gran nevada tapizó de blanco la ciudad aquel inicio de diciembre de 1970. El barrio de Gamonal estaba en sus primeros días del mes cubierto estratégicamente por efectivos militares porque en su cuartel, sede del Gobierno Militar de Burgos, comenzaba el Consejo de Guerra, un juicio sumarísimo, contra dieciséis militantes de la primera Euskadi Ta Askatasuna (ETA) detenidos entonces. La sentencia final sería de nueve condenas a muerte y 519 penas de cárcel. Medio siglo ha pasado, las diversas facciones de ETA cometieron la crueldad de unos tres mil atentados, con unas siete mil víctimas y 864 asesinatos.

El histórico Proceso de Burgos finalizó abruptamente con nueve condenas a muerte, tres de ellas dobles, luego conmutadas. Cuatro estudiantes de la Escuela Oficial de Periodismo (EOP), de Madrid, fuimos delegados para asistir a sus restringidas sesiones. El acceso directo solamente estaba permitido a la prensa acreditada mientras un número escaso de familiares de los encausados podrían asistir al juicio, los pocos que cabrían en la pequeña sala de la vista y que debían guardar larga cola para entrar. Entre estos, en medio de un helado umbral con casi medio metro de nieve, nos insertamos los estudiantes que no disponíamos de acreditación.

La sala del juicio era pequeña, los familiares de los acusados muchos y cada día bastantes de quienes pretendían asistir se quedaban fuera a pesar de las varias horas aguantando las bajas temperaturas que representaba ponerse a la cola en el sendero abierto entre la nieve. Padres y hermanos habrían de soportar el helado ambiente para lograr entrar.

Año de nieves, año de bienes, dice el refrán. 1970 había comenzado en España con un secuestro aéreo realizado por un muchacho de 18 años en Zaragoza; en el mundo había habido dos terremotos con miles de muertos, otros tantos accidentes aéreos, un ciclón en el Pakistán que hoy es Bangladesh en el que fallecieron más de medio millón de personas; ese año murió el mítico guitarrista Jimi Hendrix, se separaron los Beatles… ¡Año de bienes! La situación política en nuestro país era convulsa, con el tardofranquismo dividido entre falangistas y opusdeístas, con fraudes financieros como el de Matesa y un Gobierno observado por las democracias y los analistas internacionales. Una semana antes del comienzo de la vista fueron detenidos una veintena de dirigentes de la clandestina oposición por solidarizarse con los procesados. Entre ellos estaban Enrique Tierno Galván, el “viejo profesor” que se convertiría después en el querido alcalde de Madrid, el sindicalista Nicolás Sartorius o el socialista Pablo Castellano.

En fin, discurría el mes de septiembre de 1970 cuando Franco recibió la visita del presidente norteamericano Richard Nixon y su secretario de Estado, Henry Kissingher. El día 18, mientras el general inauguraba el Campeonato del Mundo de Pelota Vasca en el frontón donostiarra de Anoeta, Joseba Elósegui, un histórico militante del “clandestino” Partido Nacionalista Vasco, se prendió fuego y se lanzó ardiendo contra la presidencia desde la segunda galería gritando “Gora Euskadi askatasuna” (Viva Euskadi libre). Personalmente estaba muy cerca del lugar del atentado, en la redacción del desaparecido diario “La Voz de España”. Para rematar el ambiente previo al juicio, en un país en “Estado de excepción”, dos días antes de su comienzo, el cónsul honorario de la República Federal de Alemania en San Sebastián, el anciano Eugen Beihl, fue secuestrado, amenazando sus captores con que correría la misma suerte que los procesados, aunque estos indicaran que la acción les perjudicaba.

Entre los abogados defensores se encontraban letrados de distinta ideología y trayectoria activa como Gregorio Peces-Barba, que luego sería unos de los padres de la Constitución democrática de 1978; Juan María Bandrés, fundador de Euskadiko Ezkerra, más tarde senador de las Cortes Constituyentes; los futuros diputados José Solé Barberà y Francisco Letamendía; Miguel Castells, luego senador y diputado en el Parlamento Vasco; además del que fuera secretario general del Partido Socialista de Euskadi Txiki Benegas y el exdirigente de ETA Eduardo Moreno Bergareche, “Pertur”, que desapareció en Francia misteriosamente cuando iba a reunirse con miembros de la banda. El presidente del tribunal, el teniente coronel Manuel Ordovás, ya había presidido otros juicios contra ETA con al menos una condena de muerte; el comandante Carlos Granados actuó de fiscal militar. Aunque el juicio representó una causa general contra la banda terrorista, su origen estaba en juzgar a la cúpula de la organización por el asesinato del miembro de la Brigada Político-Social Melitón Manzanas, primer atentado preparado expresamente por sus militantes.

El hecho de que entre los encausados hubiera dos religiosos había enrarecido el ambiente entre el Gobierno y la Iglesia. Julen Calzada, coadjutor en una parroquia de Durango (Vizcaya), y Jon Etxabe, párroco de una ermita de Éibar (Guipúzcoa), fueron condenados a penas de prisión; para Eduardo Uriarte y Jokin Gorostidi la sentencia del tribunal militar fue de dos condenas de muerte y 30 años de prisión a cada uno; Xavier Izko de la Iglesia también recibió dos condenas de muerte y 27 años de prisión; Mario Onaindia fue condenado a muerte y 51 años de cárcel, Xavier Larena igualmente a muerte y 30 años y Unai Dorronsoro fue el último sentenciado a la pena capital. Los demás, hasta nueve, a diversos –entre 70 y 12– años de prisión. Hubo una absolución, la de Arantxa Arruti.

El violento final del sumarísimo proceso fue reflejado en los periódicos con la correspondiente estricta censura y una versión –el ¿fingido? alzamiento con una espada de unos de los reos– que justificaba las nueve condenas a muerte. Días después y en una gran asamblea con participación de toda la EOP, los cuatro estudiantes de Periodismo que asistimos como delegados al juicio celebramos una sesión informativa. La prensa ya había publicado el desarrollo del juicio y una ligera especulación sobre posibles indultos y en la asamblea se participó sin censura, explicando los argumentos de los abogados defensores y los del fiscal militar, al tiempo que se desmentía la sublevación de los reos en la sala de justicia del cuartel burgalés, invocada para justificar su interrupción final.

Las reacciones a la celebración del juicio y a las sentencias, tanto en territorio español como en el mundo –los principales países de Europa occidental, varios suramericanos y el Vaticano– obligaron al Gobierno, reunido en Consejo de Ministros, a proponer a Franco la conmutación de las penas de muerte por condenas de prisión el 30 de diciembre. Desde varios obispos, con el apoyo del Pontífice, representantes de la derecha europea, organismos internacionales, hasta intelectuales de izquierda como Juan-Paul Sartre se manifestaron contra el proceso.

Un año después, en el curso de una manifestación estudiantil, al ser retenido y trasladado a la Dirección General de Seguridad, miembros de la Brigada Político Social me acusaban de pertenecer a ETA. Varias semanas después me incorporaba al servicio militar en un acuartelamiento de Melilla. Un magnífico destino me fue revocado tras la llegada a la unidad de un despacho del SIM (Servicio de Información Militar) que recordaba mi presencia en la asamblea de la Escuela de Periodismo. Desde entonces hasta la licencia final cumplí más de cien servicios de guardia; casi confinado más de doce meses en un cuartel, fui vigilado hasta cuando acudía a las letrinas y terminé una “mili” peor que la que ha contado varios años después el escritor Antonio Muñoz Molina en “Ardor guerrero”.

Publicado el domingo 29 de noviembre en el suplemento Siglo XXI de LA NUEVA ESPAÑA
https://www.lne.es/mas-domingo/2020/11/29/rescoldos-proceso-burgos-25706239.html

Protestas y no ideas

La falta de iniciativas por parte de los partidos de la oposición, principalmente de la derecha, que combaten al Gobierno y no la peligrosa pandemia del COVID-19

Los intelectuales solían ser quienes nos anunciaban el próximo futuro. Los que proponían ideas para afrontar la realidad del presente hacia la realidad venidera. Hoy no veo estas propuestas en el campo político, o no nos las presentan los medios de comunicación, centrados principalmente en la pandemia que nos confina, o no las hay. También creo que son ciertos líderes los que carecen de esta condición. Echo de menos la imaginación, noto la falta de ideas, de propuestas de futuro. ¿Quién propone ahora un nuevo “pacto de la Moncloa”? Los líderes de la oposición, no.

Oposición es un término que figura en el diccionario de la Real Academia Española con ocho acepciones. Pienso que solamente la octava nos llevaría a una definición de lo que debería realizar el político que no gobierna: “Relación distintiva que existe entre dos unidades del mismo nivel pertenecientes al mismo sistema lingüístico”. O sea, oposición no es oponerse por sistema, es presentar propuestas alternativas, mejoras y sistemas que convengan al contribuyente, proclamar ideas en beneficio del gobernado.

Leo argumentos e ideas en medios de comunicación, escucho pensamientos expuestos en esos medios y veo programas que buscan soluciones y planteamientos de futuro. Sin embargo los políticos solamente critican medidas tomadas por el Gobierno que luego van mitigando poco a poco. Pero no aportan ideas. Solamente critican. Se llenan de personalismo, de ego. “Yo y mi partido?” se ha dicho y repetido desde los bancos del Congreso. Nadie ha pedido, por ejemplo, el reciclaje a un ejército desarmado, que deje de comprar aviones, que deje de construir carros de combate, fusiles, bombas; que transforme su producción de guerra en producción de servicios sanitarios; que gaste su presupuesto en material de paz, que transforme la Legión (donde cumplí el servicio militar) en más cuerpos de la UME, la Unidad Militar de Emergencia. ¿Quién nos va a invadir? ¿A quién vamos a atacar? Si hay que contribuir a la ONU, a la OTAN, a la UE hagámoslo para la paz no para la guerra, para disuadir a un hipotético enemigo. Nuestra última guerra, lamentablemente, fue para luchar unos contra otros dentro de nuestro país.

Dediquemos nuestra precariedad, nuestros recursos, a los servicios estratégicos, al bienestar solidario. ¿Por qué varios países europeos mantienen infraestructuras estratégicas con participación estatal? Pienso que Europa va hacia la desestatalización pero no a la privatización total y en España se ha dejado la energía, la industria, las comunicaciones en manos de empresas privadas, no hay coordinación entre comunidades autónomas, ni intercomunicación entre consejerías que hagan comunes las luchas contra epidemias, burocracias, etc. Espero que la solidaridad que surja de esta pandemia evite la formación de taifas aisladoras, separadoras.

La industria armamentística quizá sea más rentable que la de fabricación de utensilios sanitarios aunque dudo que lo sea en relación a la farmacéutica o la infográfica. Pero necesitamos aparatos sanitarios no tanques. Si Donald Trump ha pedido a la General Motors que fabrique respiradores, la SEAT hace lo propio, por qué no transformamos la fabricación de esos tanques en habitaciones UCI. Necesitamos soberanía productiva y enfocar esa producción a sectores estratégicos (transportes de mercancías eficaces y rápidos, producción de energía limpia por parte del Estado, implantación inalámbrica de comunicaciones? con participación de la empresa privada). Acercarnos a la autosuficiencia. El virus nos ha mostrado su lejanía. Al Gobierno le ha caído un “marrón”, pero la oposición solo hace propuesta “amarillas”. Hay que aprovechar, con incentivos o destinos estratégicos, al personal ya formado (médicos, enfermeros, celadores, camilleros, farmacéuticos, fisioterapeutas? -as y os, para no cansar-), científicos, empleados de supermercados, limpiadores, transportistas? informadores, componentes de servicios de urgencias. Todas/os derrotarán al virus. Sin un disparo, sin un carro de combate, sin un avión, sin un misil, sin una bomba.

Publicado el Viernes Santo día 10 de abril de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA, Faro de Vigo

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/04/10/protestas-ideas/2623179.html

La táctica del bloqueo, las prisas y el miedo (recopilado 2020)

Usada por la oposición al Gobierno de Pedro Sánchez (Recopilación febrero 2020)

Las tácticas de las prisas, del miedo, de abrir frentes y del bloqueo se imponen. Lo demostró Pablo Casado tras entrevistarse con Pedro Sánchez en La Moncloa. Con ellas se propone implantar su sistema de rechazo al Gobierno tras comprobar que ni había ganado las elecciones ni sumaba para componer un gabinete o una coalición que lo formase. Si el dicho popular dice “vísteme despacio que tengo prisa” y “las prisas son malas consejeras”, el estado mayor opositor mantiene los dichos de “la prisa no le deja pensar” al Gobierno y “al mal paso darle prisa”, como frente tripartito referencial.

Consideran los dirigentes de la derecha que si las prisas son poco recomendables, metiendo prisa y con altavoces, los problemas que suelen rodear a la gobernabilidad se alargan, interrumpen una manera rápida y expedita de resolverlos para que se conviertan en más difíciles. Esta es una de las características que últimamente abundan en los cauces informativos, la urgencia por la primicia, un modelo aún escasamente analizado y que habitualmente llama la atención. Es la táctica empleada por la oposición para la lid política.

Una técnica que alguna formación ha encontrado de gran utilidad para dar sus campanadas, su motivo para figurar en los medios informativos. Ya no nos referimos a los virtuales cien días de cortesía -los de Franklin D. Roosevelt o los de Napoleón- para analizar la gestión del gobernante, su eficacia y el cumplimiento de sus promesas en la campaña electoral. Esa es una ley no escrita que raramente se respeta. La cuestión es que se combaten acciones simplemente apuntadas, aunque sean viables, legales, posibles. Cualquier acción es rápidamente criticada antes de ser emprendida, nada más ser anunciada. Y se amenaza con acudir a los tribunales y especialmente al Constitucional. Una cortina de humo espectacular, más amenazante que eficaz. Sobre todo si tenemos en cuenta que en cajones constitucionales descansan algunos recursos, como uno sobre el aborto, con más de diez años sin una sentencia o resolución.

“Quien controla los medios, controla los miedos”, recordaba hace unas fechas Andrés Rábago, El Roto, en una de sus viñetas, un verdadero editorial gráfico. Así parecen actuar algunos partidos. Una táctica que en algunos extremos alcanza a las populares “fake news”, los bulos en término castellano. O se recurre a palabras pegadizas o fáciles de recordar, como pin o virus, que, seguidos de un calificativo negativo, tienden a infundir temor en el público.

“El miedo se contagia más”, titulaba recientemente Javier Cuervo una de sus columnas. El periodista, maestro del humor y la perplejidad, comentaba la extensión, a raíz de la del coronavirus -o Covid-19, según nominación de la Organización Mundial de la Salud, OMS-, del miedo con mayor rapidez que la epidemia que se contagia por vía respiratoria. “El miedo se contagia por vía lectora, auditiva, audiovisual, y no tiene distancia de seguridad. Muchas veces, cuando más lejos está el peligro más miedo da”, confirmaba Cuervo. La política española parece buscar más el miedo que la eficacia. La eficacia crea confianza y seguridad, el miedo crea confusión, asusta.

Las prisas tapan, ocultan la posible eficacia, el camino hacia ella. Por eso recurren a las prisas, para que no se vea que hacen algo. Y nuestra clase política parece que funciona “de oídas”, falta de argumentos. Contemplé hace poco una escena curiosísima: Una pareja encargó en una pastelería del barrio de Prosperidad, en Madrid, una tarta de la Selva Negra. Cuando el pastelero se la presentó antes de empaquetarla quienes la habían encargado pusieron algunas pegas: que el chocolate debía ser con leche, que la fruta iría entre las capas… El pastelero les replicó que llevaba preparando esa tarta desde hacía muchos años y conocía muy bien su composición. La pareja seguía porfiando sobre la tarta y su elaboración hasta que el veterano confitero, ya enfadado, replicó: “La tarta conocida como pastel de la Selva Negra lleva chocolate negro, nata, cerezas y licor de cerezas. El cocinero de Napoleón, tras la batalla de? le preparó al emperador un postre de chocolate, nata, frambuesas y licor de cerezas. Mi abuelo la hacía ya hace 80 años?”. No es bueno hablar de oídas. Los argumentos destruyen el miedo.

Publicado el martes 25 de febrero de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA y varios periódicos de la EPI

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/02/25/tactica-bloqueo-prisas-miedo/2603682.html

La vergüenza de la Variante (recopilado 2020)

El retraso político en la construcción de una infraestructura clave para las comunicaciones asturianas interiores y con todo el país (Recopilación enero 2020)
Empiezan a aparecer dudas sobre la existencia de la Variante. Similares a las del viaje a la Luna. ¿Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins alunizaron o nos han contado un cuento? ¿Es un vídeo lo que mostraron las televisiones de todo el mundo el día/noche del 20/21 de julio de 1969? ¿Es un cuento lo de la Variante?. Parece que no varía nada la situación gobiernen unos o gobiernen otros. Todo un trauma.

Cada día el tema de la Variante es un argumento de distracción, una ficción para entretenernos mientras mantenemos la ilusión de poder viajar, salir o entrar en Asturias, como la gran mayoría de los españoles, especialmente del este y del sur, que lo hacen en tren, el transporte del futuro, sin peajes, habitualmente sin nieves, en definitiva, sin costosas dificultades.

El trauma no solamente lo sufren los empresarios. Lo padecemos todos. Principalmente son ellos muy perjudicados pero somos todos los asturianos los frustrados. En una región en la que las empresas van cerrando, el aislamiento es una clave negativa para la instalación de nuevas factorías, para la llegada de industria, la renovación de la ya instalada, por tanto para la creación de empleo, para la visita del turismo que pretende ser el nuevo motor de la economía -y la ¿supervivencia?- astur.

Además, la negativa a la llegada de la alta velocidad al Principado aumenta el deterioro del desarrollo regional, con la mejor infraestructura ferroviaria en destrucción, cada día peor atendida; con una red de carreteras difíciles de mantener por la complicada orografía y situación climática, el peaje más caro y sin visos de rescate público; sin la añorada autopista del mar, que lleva el mismo camino que la Variante; con un aeropuerto vacilante que cada temporada es imprevisible en enlaces, vuelos, compañías, acceso y precios… En fin, todo un compendio de adversidades que cuando un asturiano -empresario, ejecutivo, trabajador, emigrante…- menciona la situación del Paraíso Natural la gente se echa a reír.

La Variante es una ficción para entretenernos mientras mantenemos la ilusión de viajar en tren. Parece que La Robla está más lejos que la Luna

Y si es difícil salir, también es difícil entrar. Ya sea para negociar, para trabajar, para visitar. La vergüenza de la Variante nos recuerda otra aún reciente, la de la Autovía del Cantábrico, cuyo paso por Asturias “necesitó” casi tres décadas para completarse, para construirse. Ahora, cuando las primeras andanzas del AVE se acercan a esas cifras, cuando hace más de tres lustros que se inició su licitación, con presencia gubernamental, la Variante de Pajares sigue sin entrar en funcionamiento. Y hay que tener en cuenta que la vía del AVE solamente se asoma al Principado. No llega ni parece que llegará al núcleo principal de población en muchos años.

Suponiendo que se cumplan las previsiones dadas a conocer estos días de finales de enero de 2020, los menos de cincuenta kilómetros de este tramo de Alta Velocidad que penetran en Asturias entrarían en funcionamiento veinte años después del solemne acto de colocación de la primera piedra, de su inicio oficial. En los datos económicos de su construcción es mejor no entrar ya que si los gobernantes han sido incapaces de señalar una fecha de terminación más difícil será que las cifras gastadas sean las verdaderas. ¿Cuántos “modificados” -según el lenguaje técnico- ha sufrido el presupuesto?

Así pues, continuaremos nuestro vía crucis por vía ibérica, a paso procesional por las centenarias rampas payariegas, si la nieve invernal nos lo permite, si no se producen desprendimientos o interrupciones eléctricas, con escasas o nulas posibilidades de conexión radioeléctrica. Vamos que tardaba menos Phileas Fogg, el personaje de la novela publicada por entregas por Julio Verne (1783), en dar la vuelta al mundo que nosotros en recorrer medio centenar de kilómetros para “salir a Castilla”. Ciento cincuenta años no son nada para el Adif. ¿Abrirá el famoso túnel en 2023? Parece que está más lejos La Robla que la Luna.

Publicado el jueves 30 de enero en LA NUEVA ESPAÑA
https://afondo.lne.es/opinion/la-verguenza-de-la-variante.html

Los nubarrones de la apariencia (recopilado 2020)

La asombrosa declaración del órgano rector de los jueces sobre el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal General del Estado (Recopilación enero 2020)

Apariencia de vinculación” con el Gobierno que “impide garantizar la imagen de autonomía e imparcialidad” de la Fiscalía. Así reza una frase del comunicado hecho por el Consejo General del Poder Judicial tras su reunión para emitir su opinión sobre la decisión del Gobierno de nombrar a Dolores Delgado como fiscal general del Estado. La frase forma parte del argumento de los discrepantes con el nombramiento de la exministra de Justicia para dicho puesto. ¿Lenguaje correcto y preciso para tan importante órgano? Sobre todo, saliendo de reconocidos juristas como han de ser los miembros del rectorado de los jueces.

Al revisar el significado de apariencia que da la Real Academia Española (RAE) nos encontramos con que las tres primeras acepciones del término son: “Aspecto o parecer exterior de alguien o algo”, “verosimilitud, probabilidad” y “cosa que parece y no es”. Es decir, apariencia no certifica certeza, no afirma rotundidad, no define situación real. Solamente suposición, posibilidad y señala “la explicación de un hecho observable sin certidumbre de la verdad”, añade la RAE.

 Agarrados a esa débil argumentación los partidos opositores al nombramiento de la fiscal han elevado su antagonismo a tal categoría que alguno ha anunciado que en su recurso llegará hasta las estancias europeas. Y en su reacción a la elección del nuevo Gabinete surgido tras las últimas elecciones generales han señalado su controversia con cualquier acción o propuesta del Consejo de Ministros/as presidido por Pedro Sánchez. Es decir, la crispación de tiempos pasados, decida lo que decida el equipo gobernante.

Volvemos, pues, no a décadas pasadas sino a siglos ya casi olvidados, a la niebla de épocas como el medievo con sus guerras entre naciones, las más modernas luchas de religión o el tenebroso Romanticismo. Unos versos del jienense Bernardo López García, allá por el año 1870, es decir, hace ahora 150 años, valdrían para recordar esos negros tiempos. Poeta poco conocido en los libros de texto, sus versos sí resonaron en la literatura del siglo XIX, rotundos y sonoros.

“Oigo, patria tu aflicción/ y escucho el triste concierto/ que forman, tocando a muerto…”, iniciaba así el poeta su patriótica oda El dos de Mayo, publicada en El Eco del País. Poema vibrante, lleno de palabras con estruendo, pienso que comparable a la Desesperación de José de Espronceda: “Me gusta ver el cielo/ con negros nubarrones/ y oír los aquilones/ horrísonos bramar,/ me gusta ver la noche/ sin luna y sin estrellas,/ y solo las centellas la tierra iluminar”. Claro que los catastrofistas del actual hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo son peores poetas que los de los tiempos de los llamados Romanticismo y Realismo.

“No basta que se haga Justicia, sino que es necesario que se vea que se hace Justicia”, sostienen en su voto particular estos vocales judiciales como si en los textos y declaraciones jurídicos „perdonen mi escaso vocabulario iudiciális„ no se expresasen correctamente magistrados, jueces, fiscales, abogados. Y respecto al término “idóneo”, como se señala en el informe, pienso que es opinativo y por lo tanto sobrepasa a “ajustado y conforme a las condiciones establecidas por la ley”, que es el objetivo de la consulta no vinculante. El lenguaje, el uso de las palabras, la precisión es verdaderamente importante en estamentos como los órganos legislativos, ejecutivos y judiciales. El catastrofismo de la oposición antes ya de la entrada en funciones del nuevo Ejecutivo creo que le lleva por un camino que no parece el marcado por la mayoría de los españoles. Sería más plausible olvidar el Espronceda de “Me agrada un cementerio/ de muertos bien relleno,…/ que impida el respirar…” ( Desesperación) y recordar al de “¿quién calmará ¡oh España!, tus pesares?,/ ¿quién secará tu llanto?” (Elegía).

Publicado el martes 28 de enero de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA y varios diarios de la EPI

https://www.laopinioncoruna.es/opinion/2020/01/31/nubarrones-apariencia/1472918.html

https://www.eldia.es/opinion/2020/01/30/nubarrones-apariencia/1045792.html

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2020/01/29/nubarrones-apariencia/1141968.html

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/01/28/nubarrones-apariencia/2590300.html

Adriana, tenacidad y discreción (recopilado 2020)

La riosellana que forjó la investidura de Pedro Sánchez (Recopilación enero 2020)
Adriana Lastra.Su tenacidad y su discreción han logrado que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno. Ya “en efectivo” y no “en funciones”. Y es que Adriana Lastra lo ha luchado, ha sido persistente, tenaz y persuasiva. Una labor agotadora que el presidente le ha de agradecer. Algún día se conocerá su contundencia en los diálogos y negociaciones con los representantes de otros partidos.

Ni la he votado nunca, ni la he visto en persona. Pero oigo a miembros de la agrupación local del Partido Socialista de mi distrito madrileño y sus compañeros futboleros la comparan con los Xavi/Iniesta de la selección nacional, aquellos “pequeños” -como ella- organizadores, distribuidores de juego en cada partido. Distintos negociadores de las formaciones con los que se ha reunido a lo largo de los últimos meses hablan de su tratamiento. La definen como una excelente negociadora, “que no da nunca el partido por perdido”, buscadora del consenso y con gran tenacidad.

La victoria de Pedro Sánchez en la reciente sesión de investidura se la debe principalmente a ella y la pléyade femenina que lo rodea. Nos podemos remontar a su contundente triunfo en las primarias del Partido Socialista Obrero Español de mayo de 2017, donde Sánchez recuperó el liderato del partido del que había dimitido de todos sus cargos tras la trifulca interna de la formación con ocasión de la investidura de Mariano Rajoy meses antes. Su entusiasmo, mostrado a lo largo de la tensa campaña previa a su celebración, lo certifica. Lo acompañaron en su travesía del destierro, fueron su aliento en sus horas bajas, cuando las baronías y la campaña mediática le dieron por acabado, muerto políticamente. Desconozco cuántas se subieron a su coche cuando Sánchez decidió iniciar su “vuelta a España”, “agrupación por agrupación”, pero su fuerza fue el combustible político que le llevó por su recorrido mitinero. Especialmente una treintañera de Ribadesella que, a pesar de haberse abstenido “por imperativo legal” en la investidura de Rajoy, apostó por él desde el primer momento.

Decidida y atrevida en sus planteamientos, afirmó tras aquellas primarias que líderes históricos como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero “se equivocaron” y, al igual que los barones territoriales de Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura o Valencia, deberían “pedir disculpas” a los militantes del partido por dejar de representarles. Feminista “cuando en el PSOE no estaba de moda serlo”, según su predecesora Elena Valenciano, para el número tres del partido, José Luis Ábalos, compañero de “trabajo” desde aquel comité federal del 1 de octubre de 2016 en el que Sánchez dimitió como secretario general, Lastra “no se rinde nunca y tiene una profunda cultura de partido”. Mientras, otros dirigentes socialistas hablan de su capacidad para empatizar con sus interlocutores, a los que “sabe interpretar” enseguida, de su instinto político, de ir siempre de cara. Y algunas fuentes señalan que vicesecretaria general y portavoz del grupo socialista en el Congreso ya era partidaria del gobierno de coalición con Unidas Podemos el pasado verano.

Adriana Lastra, coordinadora de la campaña de Sánchez para aquellas primarias, es una mujer discreta (“Me conocen muy poquito si creen que me van a amedrentar con gritos”, destaca la revista Vanity Fair (VF) cuando la presentaba hace unos días). Hermética sobre su vida privada, es una de las cinco hijas del matrimonio de Rosa María Fernández, regente de una peluquería, con Lorenzo Lastra, taxista -fallecido el pasado verano-. Señala también VF que está casada, pero no se conoce la identidad de su pareja. Y aunque fue, principalmente junto a la varias veces ministra y vicepresidenta Carmen Calvo, el mayor apoyo del secretario general del PSOE tanto en tiempos de momentos bajos como de campañas triunfales, no quiere ser ministra.

Publicado el viernes 10 de enero de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/01/10/adriana-tenacidad-discrecion/2582079.html

Nuestra pobre cooperación humanitaria (recopilado 2020)

Despilfarro en luces navideñas y mezquindad ante quienes necesitan ayuda mientras las ONG trabajan por los refugiados (Recopilación enero 2020)
Nuestra pobre cooperación humanitariaTres millones de euros ha destinado el ayuntamiento de Madrid a las luces navideñas este tramo festivo entre 2019-2020, mientras familias de refugiados duermen en la calle frente a la sede del Samur social. Lo cuenta una misionera en un programa local de la Cadena Ser. Una situación, cuenta la religiosa, que se registra día tras día, denunciado por los medios de comunicación y las redes sociales. Entretanto seguimos pendientes de diálogos y negociaciones entre políticos. Remarco entre políticos porque, es opinión, no parece que discutan sobre políticas a aplicar, programas y decisiones urgentes. Al menos es lo que reflejan las tertulias audiovisuales, que parece que se preocupan -sus analistas y participantes- más de las formas que de los contenidos.

Un titular que llamó un poco la atención días pasados encabezaba una información significativa: “España destina cuatro veces menos presupuesto a crisis humanitarias que Médicos sin Fronteras”. Mientras se despilfarra presupuesto en luces (que luego tienen su contestación humana al menos en Málaga y Madrid), se abandona a quienes necesitan nuestra ayuda, ya sea económica, política o social. “La ayuda oficial al desarrollo cae al 0,18% del PIB en 2018”, descaradamente lejano el dato respecto al 0,7% fijado en 1970 por Naciones Unidas, según el último informe elaborado por la ONG (MSF) y el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), presentado recientemente en Madrid.

En el hemisferio Boreal en el que nos encontramos en Europa estamos pasando un otoño muy crudo, con lluvias torrenciales, inundaciones, vendavales y nevadas muy tempranas pero la sensibilidad de los responsables políticos y sociales soporta estas situaciones sin apenas reaccionar. Solo particulares y ONG se acercan a atender a estos inmigrantes económicos y refugiados que llegan huyendo de la miseria y la persecución. Y esos tres millones en luces no alumbran a esos paupérrimos que reclaman ayuda humanitaria.

En la actual campaña MSF solicita a sus colaboradores y simpatizantes equipos de escasos euros para luchar contra la desnutrición infantil, contra la neumonía, los tratamientos contra el VIH/sida y para construir refugios colectivos en gran parte de nuestro continente europeo. Por contra, desde el comienzo de la crisis del 2007-08 los presupuestos españoles en cooperación internacional no han hecho más que disminuir. Médicos sin Fronteras y Save the Children, por medio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, tras negociar con multinacionales farmacéuticas, consiguen lotes de vacunas a precios más baratos que los oficiales para las entidades nacionales con el fin de intentar erradicar esas enfermedades. Pero sus labores humanitarias se ven atacadas por los numerosos bombardeos y ataques a hospitales, refugios y campos de acogida en Siria y Yemen, conflictos bélicos donde caen miles de bombas de fabricación española. Mientras tanto, en 2018 MSF trató a 133.000 niñas y niños con desnutrición severa y hospitalizó a otros 75.000 menores. En total, según fuentes de su sección española, fueron unas doscientas mil consultas médicas, 380.000 de malaria, cinco mil de cólera, además de 635.000 vacunaciones contra el sarampión y 33.000 contra la meningitis infantiles. Su inversión en tratamientos sanitarios ascendió a 204 millones de euros en 2018. La cooperación española para estas situaciones de crisis ascendió a solamente 50,76 millones en el mismo ejercicio.

Al mismo tiempo, organizaciones como Open Arms y MSF siguen rescatando con sus pequeños barcos, luchando contra prohibiciones políticas, buscando puertos cerrados para miles de náufragos en el mar Mediterráneo, miles de refugiados que huyen de la guerra, el hambre, la explotación y las mafias inhumanas. Ya sea en verano como en fechas tan humanitarias como las de Navidad.

Publicado el sábado 4 de enero de 2020 en LA NUEVA ESPAÑA

https://www.lne.es/noticias-suscriptor/opinion/2020/01/04/pobre-cooperacion-humanitaria/2579592.html

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