De la “partícula de Dios” al centro Stephen Hawking

El peligro que corre el complejo langreano de atención a personas con graves discapacidades
Barros llega al origen del Universo. Este título encabezaba una noticia publicada por LA NUEVA ESPAÑA hace poco más de un año en la que se informaba de que el taller de Barros de Duro Felguera fabricó las “piezas clave del gran colisionador de hadrones del CERN” que un mes antes había hallado “la llamada “partícula de Dios” o Bosón de Higgs”. Un éxito industrial para la localidad langreana. Pero Barros teme fracasar ante una decisión del Ministerio de Sanidad. El Centro de Referencia Estatal para Personas con Graves Discapacidades Neurológicas “Stephen Hawking” de Langreo lleva ya un año con las obras paralizadas y sin la posibilidad de entrar en funcionamiento tras el cierre de su constructora. Y tres años de retraso sobre la fecha establecida de apertura. La solución depende de los ministros Montoro y Mato.

La inclusión de una consignación económica de dos millones y medio de euros en los Presupuestos Generales del Estado para 2014 para poder culminar obra civil, equipamiento y puesta en funcionamiento del centro construido en Barros es absolutamente necesaria. Pero el plazo para que se incluya en dichos presupuestos finaliza el 24 de octubre, es decir, ya. Por eso la plataforma Cumbre Social del Valle del Nalón, formada por sindicatos, asociaciones sociales, asociaciones cívicas y personas independientes ha solicitado a los diputados y senadores por Asturias que se esfuercen para que entren en la ley económica que establece los ingresos y gastos del año próximo. El hecho es que el borrador de los Presupuestos presentados por el ministro Cristóbal Montoro en el Congreso no contiene partidas específicas para equipar el centro, según manifestó el portavoz de Izquierda Unida en el consistorio municipal de Langreo.

Precisamente mañana la plataforma que reivindica la urgente puesta en funcionamiento del centro de referencia volverá a concentrarse ante la Delegación del Gobierno, en Oviedo, para recordarle a Gabino de Lorenzo la importancia de su apertura, que posibilitará la creación de noventa plazas para el tratamiento de enfermos de toda España con graves discapacidades neurológicas, principalmente personas con daño cerebral y afectados por la esclerosis lateral amiotrófica. Lo que significa que no es una reivindicación local o autonómica sino estatal y la más interesada en el proyecto ha sido y es la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe). Asimismo, la entrada en funcionamiento del Stephen Hawking representa la creación de varios cientos de puestos de trabajo para su atención, tan importante para una comarca con alto índice de desempleo.

El Centro de Referencia Estatal para Personas con Discapacidades Neurológicas tendrá entre sus fines, además de ser puente entre el hospital y la incorporación del enfermo a la vida social, como señalaba el proyecto de su constitución, la formación de especialistas en los tratamientos y la promoción y difusión de la investigación sobre discapacidades neurológicas.

El peligro que corre este imprescindible centro, promovido por el Imserso, que depende del Ministerio de Sanidad, que dirige Ana Mato, es la política que sigue de drásticos recortes y reiterados aplazamientos. El peligro es pasar de la euforia del inicio del camino hacia el origen del Universo a una absoluta decepción por menos de lo que recauda un partido de fútbol.

 

Publicado en LA NUEVA ESPAÑA el miércoles 23 de octubre de 2013

http://www.lne.es/opinion/2013/10/23/particula-dios-centro-hawking/1488004.html

Adiós a una relación histórica

 

Duro Felguera abandona Langreo tras más de siglo y medio

02.05.2013 | 00:00

Grabado Duro Felguera

Fernando Granda

Unas palabras («tienen los días contados»), pronunciadas por el presidente del grupo, parecen el epílogo de una larga historia. De «una larga amistad». Según informaba Javier Cuartas en las páginas de Economía de LA NUEVA ESPAÑA Duro Felguera abandona Langreo y cierra su vínculo con el municipio tras una relación-identificación de más de siglo y medio.
Cuando Pedro Duro Benito llega en la década de los cincuenta del siglo XIX el pueblo se llamaba Turiellos, parroquia bajo la advocación de Santa Eulalia, ya había sido instalado un horno de coque en la zona y Jovellanos había impulsado la llamada carretera carbonera para el transporte del producto de las minas de hulla hasta el puerto de Gijón. Este emprendedor riojano funda una siderurgia en él y la inaugura en 1857, un año después del funcionamiento del ferrocarril de Langreo. Desde entonces aquella parroquia rural comienza a crecer hasta convertirse en un emporio industrial que en momentos fue el más importante de España. Y también un faro cultural.
Duro Felguera no era solamente una sociedad fabril, representó mucho más que una factoría siderometalúrgica. Porque Pedro Duro fue también un mecenas que impulsó vida en la zona y su obra promovió la instalación de otras muchas industrias alrededor de los altos hornos. El gran emprendedor riojano creó escuelas gratuitas para los hijos de los trabajadores de su fábrica, en la que estudiamos la mayoría de quienes nacimos y crecimos en la cuenca del Nalón; instauró la asistencia médica y farmacéutica, casas de socorro, viviendas sociales y hasta cajas de ahorro. Fue un empresario avanzado que dialogaba con sus empleados y se instaló con su familia en un valle alejado de la vida mundana y elegante. Cambió de tal forma la vida de la población que el núcleo urbano fue tornando el nombre de Turiellos por el de la zona donde fueron creciendo las factorías, La Felguera, «lugar donde abundan los helechos», y hasta los patronos parroquiales, Santa Eulalia y San Roque, a quienes los ¿turiellenses? dedicaban sus romerías, dejaron paso a los festejos en honor de «don Pedro» y dieron prioridad y grandeza a las dedicadas al primero de los apóstoles.
Así era la existencia de una población agradecida, que atrajo inmigrantes de toda España y técnicos de media Europa, gentes que se integraron en el municipio y exportaron el nombre de La Felguera por el mundo. Un dinamismo que se reflejó en estadísticas de organismos internacionales, como los señalados por la Unesco en cuanto a los altos niveles de educación de los langreanos o los de su gran calificación técnica, entre otros. Pero las sucesivas crisis soportadas en el siglo XX, que condujeron a la desaparición de la industria pesada y a la deslocalización de la transformadora, junto a los intereses político-económicos franquistas, fueron alejando al pueblo de su origen fabril. Duro se fue distanciando de La Felguera, con algunos vaivenes pero que siempre mantenían alguna vinculación con Langreo.
Visitando hace unas semanas el casi vacío Museo de la Siderurgia (MUSI) me di cuenta de que la memoria histórica se va perdiendo. La Felguera conserva unos cuantos edificios en los que se guarda una imagen de lo que fue su industria pero poco más. El río de la vida, que diría el recién desaparecido José Luis Sampedro, baja cada día con menos de aquellos sus antiguos trabajadores, gente que dé testimonio de lo mucho que representó para La Felguera. Y Duro se va definitivamente.

 

Publicado en LA NUEVA ESPAÑA el jueves 2 de mayo de 2013